El poder en la época moderna

SUMARIO
Epígrafe previo 1605
Cap. 16
Francisco Javier Moreno Díaz del Campo (Universidad de Castilla-La Mancha)
Una visión desde la historia de género: mujer y poder
Epígr. 1606 La mujer contra el Poder Párrafos 1-3 de 3
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La mujer contra el Poder
     Grupo difícil de definir puesto que resulta heterogéneo tanto en la procedencia de sus miembros como en las ideas que éstos defienden. Si acaso, la principal característica de las mujeres que se encuadran en este conjunto es la de que todas ellas fueron víctimas de la intolerancia de un sistema que, si ya de por sí era intolerante con aquel que era diferente, mucho más lo fue si "el otro" era "otra".
     Grupo, por tanto, cuya definición resulta mucho más fácil de llevar a la práctica si, como en el caso de las reinas, partimos de las características generales para, en último término y siempre que proceda, poner ejemplos concretos.
     Todo así, deberían englobarse en este conjunto a los siguientes a las mujeres que estuvieron asociadas o formaron parte de grupos étnicos, sociales y religiosos minoritarios; y a aquellas otras que se encuadraron en los estratos más bajos de la sociedad y que, precisamente debido a ello, tuvieron que recurrir a actividades delictivas, "indecorosas" o heréticas con el único propósito de sobrevivir. Mujeres, sea dicho de paso, que, por su propia situación vital, casi nunca responden al modelo de mujer ideal que se pretendía fuese obediente, silenciosa, casta, virgen,…
     Mujeres, por tanto, que, como se ha dicho más arriba, "sufren un doble exclusión: en razón de género, es decir, por pertenecer al sexo femenino en una época en que la dominación masculina era aún muy profunda, y por formar parte de grupos sociales discriminados"[36].
 
   
 
     Mujeres, finalmente, que tienen otra característica en común: no sólo sufren exclusión, sino que casi siempre son perseguidas, bien por las autoridades civiles (tribunales de justicia, concejos,…), bien por las religiosas (Inquisición). Y lo son porque, de una u otra forma, son consideradas por alguien (clérigo, inquisidor, gobernador, regidor o simplemente por un vecino) como un elemento díscolo con el mensaje defendido desde la oficialidad y, por lo tanto, peligroso para el sistema y para el poder en sí mismo [37].
     ¿A quién nos referimos, pues?
     Como se ha indicado más arriba, formarían parte de este grupo, en primer lugar, aquellas mujeres que eran "distintas" por motivos religiosos. Aquellas que profesaban o habían profesado en algún momento de su vida un dogma diferente al establecido oficialmente. En España, claro está, las judeoconversas, las moriscas, las luteranas,… pero ¿y fuera de España? Evidentemente la consideración de heterodoxo cambia en cuanto se modifica también la del ortodoxo y por ello podríamos decir también que las católicas fueron perseguidas en Suecia, en Inglaterra, en las Provincias Unidas,… o allí donde la religión oficial no tolerara la presencia de disidentes religiosos.
     En un segundo segmento podrían encuadrarse aquellas otras mujeres que, para ganarse la vida, optaron por profesiones consideradas bajas. Por supuesto que las curanderas, las hechiceras y las sortílegas pero también aquellas otras que fueron hilanderas, tejedoras, lavanderas, mesoneras,… oficios todos ellos necesarios para el correcto funcionamiento de la dinámica económica pero, al tiempo considerados impropios de cualquier mujer que aspirara a ser respetada por su entorno.
 
   
 
     Muy relacionado con ellas, aunque diferenciado en este caso por la magnitud del problema que se generó en torno a ellas, podríamos mencionar a las brujas[38] . Aquellas mujeres que fueron excluidas, perseguidas, juzgadas y condenadas por hechos de los cuales, muchas veces, ni tan siquiera habían oído hablar. Mujeres, cuya tendencia a diferenciarse de las demás, fue consideradazo sólo impropia sino también peligrosa para la integridad del sistema de valores sobre el que se sustentó el armazón social de nuestra Edad Moderna y que, precisamente debido a ello, fueron condenadas.
     Señalemos un grupo más: el de las prostitutas; esas mujeres que vivían del sexo, que oficialmente no eran perseguidas pero que socialmente vivieron en la más absoluta de las soledades.
     Finalmente, mencionemos a aquellas mujeres que podían ser castas, puras, silenciosas, ortodoxas, vírgenes, honestas,… pero cuya exclusión vino marcada por su diferente procedencia racial: negras esclavas, indias y, sobre todo, gitanas, vivieron muy de cerca el fenómeno de la exclusión, de la opresión y de la persecución pero, en este caso concreto, no sólo de las esferas oficiales y del resto de la sociedad, sino incluso de las propias mujeres que se sirvieron de ellas.
 
Una visión desde la historia de género: mujer y poder
Epígrafe 1606 La mujer contra el Poder Párrafos 1-3 de 3
   
Fecha modif. 25-09-2008