El poder en la época moderna

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Enrique Solano Camón (Universidad de Zaragoza)
Razón de Estado, pensamiento e ideología
1903 El derecho natural y el ocaso del absolutismo Párrafos 11-15 de 17
 
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     Efectivamente, en Suiza y en diferentes lugares de Alemania del Sur un movimiento de carácter milenarista no tardó en instrumentalizar las ideas esgrimidas por Lutero. A.B. Bodenstein "Karlstadt" (1480-1541) liderará en un movimiento radical en la ciudad sajona de Wittenberg, que pondrá fin a la organización eclesiástica en la ciudad. En Suiza, el "sacramentario" Ulrico Zwinglio (1484-1531) con las doctrinas teológicas expuestas en su Comentarius de vera y falsa religione(1525) se erigirá en principal mentor de la reforma helvética. El reformador desarrolla la teoría de la "autoridad cristiana", una curiosa mezcla entre teocracia y democracia. Dado que actúa en representación de la comunidad de fieles, la autoridad secular tiene competencia en el terreno espiritual, siempre que su acción sea consecuente con los preceptos de Cristo. Por su parte, las repúblicas urbanas, caracterizadas por su propia autonomía municipal, se van a mostrar por más dúctiles para adoptar la Reformainstalando el nuevo poder, al mismo tiempo, político y religioso. Así, por ejemplo, en Estrasburgo se impone tempranamente la doctrina reformada, impulsada por Mathieu Zell, Capiton y, sobre todo, por Martín Bucer -Bucero- (1491-1538?); en la ciudad de Basilea, centro humanista de primer orden, destacará el papel de Jean Häussegen -Oecolampade- (1482-1531); en 1536 Leo Jud redactaba la Confessio Helvética, auténtica confesión de las iglesias reformadas helvéticas a excepción de Basilea. Años después, Heinrich Bullinger (1504-1575), convertido en el sucesor de Zwinglio, redactará a título personal una segunda (posterior) Confessio en 1562 y se convertirá en el impulsor de la relación entre Zurich y Ginebra para la creación de un frente reformado común.
 
 
 
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     En el Sacro Romano Imperio Germánico, entre tanto, las particulares circunstancias socio-políticas que caracterizaban a los Estados que lo componían favorecieron el desarrollo de la reforma radical desde distintos ámbitos sociales. El caballero Ulrich von Hutten (1488-1523) en su Queja y admonición contra el poder del Papa (1520) animaba a Alemania recuperar su independencia de la tutela de Roma. Como resultado de ello una contienda social -"Guerra de los Caballeros" o "Guerra contra los frailes"- ensangrentará el territorio alemán entre 1521 y 1523. En diferentes núcleos urbanos los artesanos y tenderos se rebelan contra la aristocracia, tanto municipal como comercial, pero va a ser en los campesinos anabaptistas extendidos por diferentes territorios del Imperio alemán en donde la acción de los "sacramentarios" iba a mostrase con mayor contundencia contra unos príncipes y magistrados que no podían aceptar que se cuestionase el orden social del que ellos eran los principales favorecidos.
 
 
 
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     Los anabaptistas se presentan como un movimiento contrario a toda jerarquía y a la propiedad; embebido en el iluminismo, el misticismo y la visión apocalíptica del mundo, y sin una doctrina teológica propia. Thomas Münzer (1490-1525), un iluminado obsesionado por visiones apocalípticas pronunciará ¡Hay que destruir a los impíos, pues la consumación de los tiempos está próxima! El sentido mesiánico que éste otorga a su pretendida lucha por la igualdad social induce a los campesinos a sentirse los elegidos por Dios para hallar la nueva tierra prometida que sentían bajo sus pies. En la primavera de 1525 la violencia campesina se extendía como un reguero de pólvora por el centro y sur de Alemania fruto de la exacerbación y del odio acumulado. Martín Lucero no tardaría en reaccionar. En su alegato Contra las hordas salteadoras y asesinas de campesinos, presentado en la primavera de 1525, requería de los príncipes y todos los que puedan destruir, matar y apuñalar, secreta o abiertamente…para acabar con la rebelión. La cruel represión no se hizo esperar. En Frankenhausen los campesinos eran aniquilados y el propio Münzer capturado y decapitado.  Desde entonces el luteranismo iba a sustituir el principio de "libertad cristiana", que se puede deducir de los primeros escritos de Lutero, por el reconocimiento de una iglesia asumida desde el poder temporal, lo que será acogido por los príncipes reformados para la construcción de sus respectivas iglesias nacionales. Todavía algunos años después (1534) en la ciudad de Münster Juan de Leyden instauraba una dictadura teocrática, experiencia "comunista", que habría de prolongarse apenas durante un año. Pero la beligerancia anabaptista iba a derivar paulatinamente hacia un quietismo místico, basado en la confianza de que al final se produciría el juicio divino sobre los justos y sus enemigos.
 
 
 
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     El año 1536 aparecía en Basilea, en edición latina,  Crhistianae religionis Institutio, obra dedicada a Francisco I de Francia, si bien será la edición francesa de 1541 la que alcance mayor difusión. Su autor Juan Calvino (1509-1564), formado en un ámbito escolástico, primero, y erasmista después, sabría beneficiarse de su doble formación jurídica y teológica. En su InstitutioCalvino destaca un sentido del Estado, que no aparece en Lutero, al mismo tiempo que ofrece una doctrina política más sólida. A diferencia de Lutero, plantea Calvino una cierta unidad entre lo espiritual y lo temporal, en la que "la subordinación a la ley divina no sólo no excluye una política racional, sino que la hace necesaria, al mismo tiempo que ratifica el principio de que toda "autoridad es respetable por sí misma porque está fundada por Dios", dado que la función de ésta no es otra que la de  la misión espiritual de "dirigir a los hombres en conformidad con Dios, con vistas a facilitar su salvación". Por ello Calvino insta a los cristianos a que obedezcan a sus "magistrados", sea cual sea la forma política en la que se presenten e, incluso, aunque ésta pueda llegar a ser tiránica. El año 1536 acudía Calvino a la ciudad de Ginebra con la intención de ayudar a Guillaume Farel (1489-1565) a organizar la nueva Iglesia y prepararla para ejercer sobre el gobierno la influencia necesaria, para que se cumpla con el Evangelio calvinista. En 1541 Ginebra se convertía en la nueva Roma, con un régimen netamente clerical: una auténtica dictadura religiosa. Sus Ordenanzas definían al consistorio ginebrino como un cuerpo mixto responsable de que imperase la disciplina eclesiástica, para lo que debía ejercer un minucioso y severo control de la vida pública y privada; la función de los pastores dentro de él se convertía así en determinante. Desde entonces la propagación del calvinismo por Europa pronto fue una realidad.
 
 
 
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     En conjunto, se puede concluir afirmando que los nuevos postulados políticos surgidos de la reforma protestante, en función del tiempo y las circunstancias que concurrían, contribuyeron a dar forma a nuevas y distintas corrientes de pensamiento político que oscilaron desde el absolutismo de inspiración teológica que directamente unía a quien ejercía el poder con la divinidad, sin intervención del Papado ni cualquier otra jerarquía eclesiástica, hasta el ejercicio de un constitucionalismo legitimado y acompañado de diversos matices interpretativos de carácter primordialmente teológico, al menos en un primer momento. Y, ciertamente, aún deberá pasar cierto tiempo para que los fundamentos teológicos den paso a una interpretación natural del origen del poder.
 
 
Razón de Estado, pensamiento e ideología
1903 El derecho natural y el ocaso del absolutismo Párrafos 11-15 de 17
   
Fecha modif. 25-09-2008