¿Qué queda hoy de lo que vieron los visitadores en... ?

Illana
 
 

Los hospitales en la provincia

El mandamiento respecto a la vigilancia del hospital por las autoridades municipales se repite en esta visita, aparte de que se efectuó su inspección de manera particular cuando se revisaron las cuentas de la cofradía de Nuestra Señora de la Asunción, de la que dependía dicho hospital. El hospital contaba con tres camas de ropa, una de ellas para clérigos y las otras para "pobres peregrinos". Se ordenó mejorar su entrada, hasta la cocina y el corral, con unos pretiles o escalones, para que no estuviera tan irregular. El corral debía estra hundido, pues se dispuso colocar una barandilla para bajar. Los pobres sanos sólo estaban autorizados a pernoctar una noche. A los enfermos y tullidos si fuera preciso que salieran del pueblo, se les proporcionaría cabalgadura [175].


[175] A.H.N., OO.MM., leg. 6112, nº 26.

 
 

Los hospitales en la provincia

El hospital de Illana, según se describe en las respuestas a las Relaciones Topográficas, dependía del cabildo y cofradía de la Asunción, de la que formaban parte todos los casados del pueblo. Tenía como sustento la renta de un molino de aceite, que le produjeron unos 2.000 mrs. en 1575[1].


[1] SANZ SERRULLA, Javier: Los antiguos hospitales de la provincia de Guadalajara, Madrid: Casa de Guadalajara en Madrid, 1998, p. 119-120, añade la noticia, a partir de la respuesta de Hontoba a las Relaciones Topográficas

 
 

Los hospitales en la provincia

Se repite al concejo su obligación de vistar el hospital, del que se ocupaba la cofradía de la Asunción. Tenía tres camas, una para clérigos y otras dos para pobres.[175].


[175] A.H.N., OO.MM., A.T., nº 45.034, nº 4.

 
 

Los hospitales en la provincia

El hospital de Illana, que continuaba a cargo de la cofradía de Nuestra Señora de la Asunción, disponía de 3 camas , dos para pobres, y otra ocupada por Alonso de Huete y su mujer, los hospitaleros[56].


[56] Archivo Secreto, leg. 7046, 7 (antiguo Archivo Secreto nº 66, 2). SANZ SERRULLA, Javier: Los antiguos hospitales de la provincia de Guadalajara, Madrid: Casa de Guadalajara en Madrid, 1998, p. 123. indica que a mediados del siglo XIX, cuando se publicó el Diccionario de Madoz, el hospital de Illana estaba en ruinas, y sus rentas se aplicaban a la manutención de los presos pobres del partido.

 
 

Los mesones en la provincia

En Illana al igual que en Hontoba, no había mesón, ni siquiera casas particulares que se ocuparan del hospedaje. Los visitadores ordenaron abrir uno, y dispusieron que si el concejo, por tener pocos bienes de propios no pudiera llevarlo a cabo, procurase que algún vecino propietario de una buena casa, se encargara de este servicio. A cambio, el concejo le favorecería con empréstitos o alguna cosa de los bienes de propios. [72]


[72] A.H.N., OO.MM., leg. 6112, nº 12, s.f.

 
 

Los mesones en la provincia

Cumpliendo el mandamiento dela visita previa, pues no había sitio alguno para alojarse en Illana, encontramos que en 1573 ya existían abiertos dos mesones de personas particulares, ubicados en la plaza, para acoger a los forasterior y a sus caballerías. Se agradeció su apertura, recomendándose a los oficiales del concejo la vigilancia de su funcionamiento, y que mantuvieran la lista de precios autorizados o arancel a la vista, para evitar quejas de los huéspedes[73].


[73] A.H.N., OO.MM., leg. 6112, nº 26, s.f.

 
 

Los mesones en la provincia

En 1577 las noticias son recomendaciones a los alcaldes y regidores: "Otrosý, de parte de su Magestad y Orden mandamos y encargamos a los alcaldes y rregidores de la dicha villa que al presente soys y seréys e a los que fueren adelante, que tengáys muncho cuydado e diligençia de ver o visytar los mesones que ay en esta villa, que son de personas particulares, y de hazer que estén proveýdos de camas y de lo demás neçesario para los huéspedes, que a ellos vyenen y que vendan la çeuada y paja a preçios moderados, y que tengan aranzel de lo que an de guardar y cunplir en los dichos mesones, para que aya buen govierno y no se quexen los caminantes y forasteros que a ellos vinyeren[74].


[74] A.H.N., OO.MM., A.T., nº 45.034, nº 4.

 
 

Las herrerías en la provincia

En la herrería, situada junto al hospital, se ordenó cerrar una puerta que daba acceso a éste, para que nadie pudiera entrar por allí al hospital[175].


[175] A.H.N., OO.MM., leg. 6.108, nº 2, f. 217 v

 
 

Las herrerías en la provincia

La herrería, en el mismo edificio que la carnicería, estaba cerca del hospital y del arroyo, donde había una pared en mal estado a punto de caerse. El herrero la recibía de balde[175].


[175] A.H.N., OO.MM., leg. 6108, nº 5, f. 129 v-130 r

 
 

Las herrerías en la provincia

La herrería, que compartía los bajos del mismo edificio con la carnicería, incluía una casa para la vivienda del herrero y una cámara para almacenar el carbón, y necesitaba sustituir algunas de sus vigas, que estaban partidas[175].


[175] A.H.N., OO.MM., leg. 6111, nº 18, fol. 187 r.

 
 

Las herrerías en la provincia

La herrería continuaba en el mismo lugar, junto a la carnicería, con un herrero trabajando y con todo lo necesario para que funcionase la fragua. Los visitadores repitieron el mismo mandamiento que dictaron en esta misma visita al examinar la cámara del concejo que estaba sobre la herrería, relativo a reparar una zona del techo, que era al mismo tiempo suelo de la cámara, y evitar con ello que se derrumbase[175].


[175] A.H.N., OO.MM, leg. 6.112, nº 12.

 
 

Las herrerías en la provincia

En la herrería, que continuaba situada al lado de la carnicería, se encontraba trabajando un herrero en la fragua, y las instalaciones presentaban un buen aspecto[175].


[175] A.H.N., OO.MM, leg. 6112, nº 26.

 
 

Las herrerías en la provincia

Sobre la herrería prácticamente se repita la descripción de la visita de 1573[175].


[175] A.H.N., OO.MM, A.T., nº 45.034, nº 4.

 
 

Los hornos en la provincia

Los vecinos disponían de dos hornos de pan cocer, uno de ellos en buen estado, pero en el de la Umbría estaban a punto de hundirse las paredes que lindaban con la casa de Bartolomé Barranquero, además de que tenía necesidad de una chimenea[138].


[138] A.H.N. OO.MM., Leg 6109, nº 46, fol. 31r.

 
 

Los hornos en la provincia

El horno de la umbría seguía sin reparar su chimenea, además del daño que provocaba la existencia de una pocilga colocada junto a una de sus paredes, que se ordenó retirar de allí[138].


[138] A.H.N. OO.MM., 6110, nº18, f 230 v.

 
 

Los hornos en la provincia

Los dos hornos de la localidad continuaban en un estado bastante precario, pues se ordena de nuevo ponerles chimeneas, enlosar sus suelos, colocar tablas para que las mujeres amasaran el pan, y unas puertas con cerraduras, para que nadie tuviera acceso salvo las horneras o las que iban a cocer [138].


[138] A.H.N. OO.MM., leg. 6.108, nº 2, f. 216 v.

 
 

Los hornos en la provincia

El horno viejo y el horno nuevo fueron visitados y precisaban reparacioines en sus chimeneas, tejados, y abrir una ventana para que entrase más luz[138].


[138] A.H.N., OO.MM., leg. 6111, nº 18, fol. 187 r-188 r.

 
 

Los hornos en la provincia

Permanecían funcionando sus dos hornos en bastante buen estado, pues el viejo necesitaba sólo una cerradura en su puerta de acceso y el nuevo, situado junto a la casa de un vecino llamado Mateo de Pliego, precisaba recrecer su chimenea, para evitar el peligro del fuego. Ambos eran bienes de propios del concejo de Illana[138].


[138] A.H.N., OO.MM., leg. 6111, nº 18, fol. 187 r-188 r.

 
 

Los hornos en la provincia

El horno viejo necesitaba algunas reparaciones, especialmente elevar su tejado y pedir a un vecino que alzase la tapia que lindaba con la casa del horno, quitándole la barda que tenía en suparte superior, para evitar el peligro del fuego. En el horno nuevo se había ordenado cambiar la entrada "e abrilla por más adelante por cavas que está junto a las tablas donde las mugeres hiñen su pan dexando vna bentana para luz por donde mejor paresçiese porque los que pasasen por la calle no las viesen". Sin embargo la reforma no se había hecho, porque los vecinos de Illana consideraron que la puerta quedaría demasiado cerca de la capilla de horno. Se comprometieron, cuando fuera posible, a reformar completamente este horno, añadiendo espacio de las casas vecinas, porque era además estrecho. Mientras tanto, había que reparar su suelo, mejorar los poyos donde se ponía el pan y hacer otras obras menores[138].


[138] A.H.N., OO.MM., leg. 6112, nº 12, s.f.

 
 

Los hornos en la provincia

El horno de pan cocer que estaba situado en la plaza fue encontrado en perfecto estado, pues se había construido casi todo de nuevo desde la última visita y mereció el agradecimiento de los vistadores. Otro horno que había junto a las casa de Roque del Barranco era viejo y pequeño, y ya se había ordenado agrandarlo, sin conseguirse. Por ello los visitadores mandaron que se trasladase a otro lugar durante el año de mandato de las autoridades locales del momento[139].


[139] A.H.N. OO.MM., leg. 6112, nº 26, s.f..

 
 

Los hornos en la provincia

El "otro horno" junto a las casa de Roque del Barranco, aunque estaba bien conservado, como era pequeño y estaba muy próximo al otro horno de la plaza, mucho más grande, convenía trasladarlo a otra parte o agrandarlo cuando el concejo dispusiera de medios[139].


[139] A.H.N. OO.MM., A.T., nº 45.034, nº 4.

 
 

Los hornos en la provincia

El horno de la plaza estaba bien conservado, salvo reparar su tejado y que el que lo tenía arrendado quitase un gran muladar que había en su entrada. El otro horno estaba en reconstrucción, porque se había hundido. El acta de visita de Illana del año 1589 nos informa que el 20 de mayo Blas de la Puebla, en nombre de los demás vecinos de la villa, se quejó a los visitadores de que solamente había dos hornos en el pueblo propiedad del concejo. Éstos resultaban insuficientes para abastecer a todos los vecinos (más de 400), y como les estaba prohibido tener en la casa su propio horno, era frecuente que las mujeres se pelearan para ver a quién le tocaba primero cocer el pan. Por tanto, suplicó que se hiciera otro horno en la cuadrilla de la Solana, donde el concejo ya tenía comprado un solar, y se hiciera a cargo de los propios, y que si no fuera así, dieran licencia a cada vecino para poder tener el suyo propio. Los visitadores respondieron ordenando a los alcaldes y regidores que construyesen otro horno a costa del concejo en un plazo de cuatro meses[104].


[104] A.H.N., OO.MM., leg. 7046, 7 (antiguo Archivo Secreto nº 66, 2).

 
 

Los molinos en la provincia

Solamente se conoce en este año la existencia de un molino de aceite, perteneciente al cabildo de Nuestra Señora de la Asunción, ubicado junto al puente de las Heras. Los visitadores encargaron al prioste de dicho cabildo la reparación de una parte de su tejado[138].


[138] A.H.N. OO.MM., leg 6109, nº 46, fol. 31r.

 
 

Los molinos en la provincia

En el molino de aceite se observó la necesidad de trastejar su cubierta[138].


[138] A.H.N. OO.MM., leg. 6.108, nº 2, f. 218 r.

 
 

Los molinos en la provincia

El concejo estaba construyendo un nuevo molino de aceite, para sustituir al viejo. Se situaba junto al puente de las eras, y los visitadores así lo describían: "muy buena pieça y va bien obrada y ay en ella vna muy buena piedra y su buena viga y aparejo de hornilla con sus calderas, y nos dixistes que avéys de pasar en la dicha casa los aparejos del molino viejo del cabildo de Nuestra Señora de la Asunçión de la dicha villa, y que thenéys conçierto entre el conçejo y el cabildo que el provecho y gasto que oviere en el dicho molino sea de por medio del conçejo y del dicho cabildo, porque el cabildo da los aparejos del dicho molino que thenía para pasar a estroto, y a ayudado y a de ayudar al hedifiçio del dicho molino"[139]


[139] A.H.N. OO.MM., leg. 6112, nº 12, s.f..

 
     
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