Propiedades y establecimientos concejiles

El hospital

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Definición y generalidades
 


La palabra hospital no tenía el mismo significado en el siglo XVI que el que le damos actualmente. Aparte de definir un edificio destinado a la curación y atención médica, en muchas ocasiones este término guardaba más relación con el alojamiento, un sentido similar al que tiene hoy la palabra "hostal", derivada precisamente de "hospital". Aunque era un lugar para albergar a los pobres, sobre todo a los que estaban enfermos, muchos hospitales fueron fundados en el camino de Santiago, para cumplir también con la obligación cristiana de dar posada al peregrino.[32]

 
 


Continuando la tradición medieval, en 1565 una ley de Felipe II regulaba el establecimiento de hospitales en los pueblos de Castilla a cargo de sus justicias y ayuntamientos, para la curación de los pobres: "Por cuanto entre los pobres mendicantes, a quien se dieren licencias para pedir limosna, podra ser que haya algunos llagados enfermos de tales enfermedades, que de andar por las calles y pueblos....... se inficionan las partes y lugares donde andan; para que estos tales puedan ser mejor curados y remediados, como algunos de ellos lo serían si se quisiesen curar y vivir y reglar bien, mandamos que las Justicias y Ayuntamientos de las ciudades, villas y lugares procuren como haya hospital, o casa señalada adonde los tales llagados se puedan todos recoger y allegar, y que allí sean proveídos de lo necesario; y para que mejor se pueda hacer, mandamos que en las dihas Parroquias todos los domingos y fiestas de guardar en tal Iglesia, y por toda la vecindad de la Parroquia, los Deputados o otras buenas personas que para ello se deputaren, pidan limosna para los tales llagados; y todo lo que se cogiere y allegara se reparta y distribuya entre ellos a parecer de los Curas Y Deputados que para ello se nombraren; de manera que en cuanto se pudiere hacer, y fuere posible, se procure como los tales pobres estan recogidos, sin andar pidiendo ni mendigando públicamente, y entretanto desde luego estén recogidos en los hospitales o otras casas, sin darles lugar a que pidan ni anden en público pidiendo ni mendigando....."[33]

 
 


Esta ley general creemos que no venía sino a refrendar jurídicamente lo que de hecho era una realidad en muchos lugares en el siglo XVI, y procedía de épocas anteriores. Así pues, encontramos que los visitadores del partido de Zorita hablaban en sus informes de diversos hospitales en funcionamiento desde fechas muy anteriores a la ley susodicha. Normalmente, el edificio del hospital estaba formado por un portal, una cocina, algunos palacios (habitaciones) y, a veces, hasta un corral, parte del cual se cerraba para que salieran allí los pobres a pasear. Contaba con cierto número de camas, una o dos de las cuales como mucho estaban destinadas a los clérigos, siendo las demás para los pobres, marcándose una clara diferencia entre ambas, ya que las de los clérigos se ponían separadas de las demás.

 
 


En algunas ocasiones, el hospital contaba con una pesebrera o establo, donde se aposentaban los animales que traían consigo los que allí llegaban. Como su aspecto exterior no se diferenciaba en absoluto de cualquier otra casa del pueblo, para que fuera reconocido se ponía una cruz de palo en la puerta de la entrada. Este puede ser el modelo general de hospitales menores[1]. Según los medios económicos que poseyera tenía más o menos estancias, camas y ropas.

 
 

1573

A partir de 1573 aparecen noticias de la afluencia de mujeres pobres al hospital. Para ellas se habilitaba una habitación separada de las demás estancias.

 
 

1541
Valdeconcha, Hontoba

También existía en ciertas poblaciones un mayordomo del hospital, que debía ocuparse de visitarlo, llevar las cuentas, y supervisar el inventario de las ropas y pertrechos. Generalmente el hospital estaba a cargo del concejo o de algún cabildo de la villa, que debían procurar que estuviera bien provisto de todo lo necesario. ¿Realmente lo estaba? Hay muchos casos en que sí, otros que no tanto y, a veces, llegaron a detectarse incluso algunos fraudes. Cuando los visitadores examinaban los inventarios observaban que normalmente no se recogía todo lo que poseía el hospital, bien por negligencia de los que estaban al cargo, o por otros motivos, como ocurría en Valdeconcha [35], donde según el inventario debería haber tres camas, pero sólo se encontraron dos. O en Hontoba: "...Y porque no hallamos más de dos camas y mal pobladas de ropa, según nos parece por el inventario que está en el libro, hagáys que se adereçen las camas y bien, y se ponga otra para clérigos en una de las cámaras de arriba..." [36].

 
 


¿Cómo eran tratados los pobres?. La palabra que siempre se repite es "caricativamente". No tenemos por qué ponerlo en duda, aunque con lo que se cuenta en las visitas no se ofrecían detalles más concretos. Lo que sí sabemos es que los alcaldes y oficiales tenían entre sus obligaciones la de vigilar si se observaba un trato cristiano a los enfermos y alojados. El hospital funcionaba con algunas normas: cuando un pobre estaba sano, tenía derecho a pasar allí el día en que llegaba y marchar al siguiente, mientras que los enfermos que no podían caminar, ingresaban en el dispensario para ser atendidos. Cuando veían que su situación se agravaba, los hospitaleros se encargaban de que recibieran los "santísimos sacramentos". Si alguno llegaba a fallecer, se vendía su ropa para hacer el "bien por su ánima", y se pedía limosna.

 
 

1565

Con el dinero obtenido se daba sepultura y se pagaban los oficios al fallecido. Como hemos visto en la Ley del año 1565, anteriormente citada, era la costumbre elegir a "dos buenas personas" para que se ocuparan de estas labores, normalmente, los domingos y días festivos. Cuando alguién daba ropa para el hospital, ésta no podía venderse, sino que debía quedarse allí o en casa del mayordomo, para que la usaran los pobres. Muchos vecinos legaban en su testamento algunos bienes para este fin.

 
 

1518
Almoguera

Al frente del hospital se situaba un hospitalero u hospitalera. A veces era un matrimonio, cuya misión era la de acoger caritativamente a los que allí acudiesen y cuidar de que todo estuviera perfecto y en orden. Cobraban un sueldo que les tenía asignado el concejo, aunque no era extraño que los regentes del hospital no percibieran salario alguno, o que éste fuera tan bajo que ocasionara la penuria de los hospitaleros. Cuando se daba esta circunstancia, los visitadores obligaban a los alcaldes y regidores a que dejaran exentos en los repartimentos a los encargados del hospital, como ocurrió en Almoguera en el año 1518: "Fuymos ynformados que a la ospitalera que al presente tenéys en el ospital desta villa, le hazéys contribuir e pagar en los pechos e derechos e otros rrepartimentos que la villa haze, siendo persona mísera e pobre que no tiene qué comer, e estando como está en serviçio de Dios e honrra del pueblo cuidando los pobres en el dicho ospital, e allende desto que por los visitadores pasados vos fue mandado le diésedes en cada vn año dozientos marauedís por el trabajo que tenía, e porque era persona que lo meresçía, los quales marauedís diz que no le avéis querido pagar, e que nos constó que hera persona ábil e pertenesçiente para el dicho ofiçio, de parte de su Magestad e Horden vos mandamos a vos los dichos ofiçiales que agora soys e a los que fuéredes de aquí adelante, que no le carguéys pechos ni derechos ni otros rrepartimientos pues es persona tan mísera que antes le avýades de dar ayudas que no hazerle pagar lo que no puede, e asy mismo le hagáis dar e pagar los dichos dozientos marauedís de vn año contenido en el mandamiento de los vysytadores pasados por su trabajo para ayuda a su sustentamiento, lo qual fazed e conplid so pena de dos mill marauedís para rropa al dicho ospital"[34].

 
 

1510
Albalate

El hospital estaba a cargo del cabildo de San Andrés. Los visitadores pidieron al concejo que dicho cabildo se ocupase de construir una cimenea, pues la que había estaba para caerse, y poner unas puertas en el "palacio" que estaba junto a dicha cocina. También se recomendaba poner al frente del hospital una persona que se ocupase caritativamente de los pobres[39].

 
 

1534
Albalate

En su inventario se comprobó que tenía cuatro camas de trenzas en las que se acogía a los alojados, tres bancos de pies, once cabeceras y un cabezal, diez sábanas (una buena y las otras razonables), 9 mantas, una caldera, una sartén, un asador, dos pucheros pequeños y uno grande, dos platos y escudillas, seis llaves, un candado y sus llaves, un gamellón, un paramento, y otros objetos. El hospital era sostenido por el cabildo de San Andrés de Albalate[39].

 
 

1541
Albalate

El hospital, mantenido por el cabildo de San Andrés de Albalate, contaba con cuatro camas de ropa, y se había colocado una imagen de la Virgen en su entrada con dos aspas a los lados y una lámpara, conforme se ordenó en la última visita, además de otras obras que fueron elogiadas por los visitadores[40].

 
 

1556
Albalate

Este hospital existía al menos desde 1534, pues en la visita a la cofradía de San Andrés de Albalate hace mención al mismo. Veinte años más tarde, conocemos por el documento de la venta de la jurisdicción de Zorita y Albalate [37], que en 1556, estaban albergados en el hospital de esta última localidad tres pobres enfermos, y que el corregidor encargado de efectuar la visita, recomendó a la hospitalera, María, mujer de Juan de Málaga, que tuviera limpio el hospital, y que no alojase en él a vagabundos o personas de mal vivir, ni consintiera juegos, bajo pena de 2000 mrs. para la Cámara de su Majestad.

 
 

1575
Albalate

En la respuesta a las Relaciones Topográficas de Albalate se explica que el hospital tenía la advocación de San Andrés y que estaba encargado de su mantenimiento el cabildo de esa misma devoción.

 
 

1502
Albares

A principios del siglo XVI, todavía no tenía hospital, siendo esto considerado por los visitadores como "y para pueblo tan honrrado como éste, es cosa de poca caridad", por lo que ordenaron que se construyera de inmediato[38].

 
 

1510
Albares

En 1510 ya se había habilitado un hospital en Albares. Se ordenó acabar su construcción, colocarle buenas puertas de madera con su cerradura, y dotarle de dos dos camas, cobrando para ello de lo que dejó para ello en su testamento un canónigo hijo de Juan Hurtado y lo que faltase se tomara de los propios del concejo. [39]

 
 

1518
Albares

El hospital necesitaba añadirle una chimenea y concluir la obra de una casa que se lae había incorporado poco tiempo atrás. La hospitalera informó también de que le hacía falta una caldera y una sartén, que los visitadores ordenaron comprar. También hicieron levantar el inventario de los bienes del hospital de Albares, donde se encontraron[40]: - 4 mantas de diversos colores y estado de conservación - un cabezal viejo, - dos sábana y una pieza de tendal viejo, de una pierna - cinco lenzuelos (piezas de tela de lienzo) - un asador y un asadorcillo de hierro - tres alhonias 11 platos, (tres llanos y ocho hondos) - tres saleras - un morterico de moler sal - doce platos - diecinueve escudillas - una almohada de lienzo - una cama de trenzas - un par de candiles - dos cuchares de hierro - unos manteles llanos

 
 

1534
Albares

El hospital necesitaba importantes reformas que fueron detalladas por los visitadores. Había que reparar sus paredes , la cocina, y "doblar" la casa, haciéndole dos cámaras sobre las habitaciones que ya existían. El corral necesitaba cerrarse y dividirse, una parte para la hospitalera que atendía a los alojados, y otra para que éstos pudieran salir. De una sola cama que tenía debería aumentarse a tres, reservando una de ella para clérigos. Para efectuar todo esto se disponía de 4.570 maravedíes que se entregaron a Juan de Fernán Sánchez, procedentes de donaciones de los vecinos para sostener el hospital, cuyas cuentas a Pedro de Carcés, escribano público, que los había recibido,y se ordenó mantener un libro con el detalle de todo el dinero que se aplicaba al hospital [39].

 
 

1576
Albares

Las Relaciones Topográficas confirman la existencia de un hospital, cuyo patrono era el concejo, y que había recibido quince años atrás una renta legada por un clérigo natural de la localidad, consistente en un censo de 15.000 mrs. de principal[1].

 
 

1518
Almoguera

Se documenta en la visita de este año la existencia de un hospital, que ya debía existir en la anterior de 1510, cuando los visitadores ordenaron construir un establillo según se entraba a la mano izquierda y regularon el salario de la hospitalera que estaba al frente. En esta ocasión ordenaron "çimblar" el tejado sobre la cocina, y colorcale "teyllo", porque estaba abierto y caía tierra, pues las camas de los pobres estaban situadas en la cocina. También se ordenó hacer una escalera para supir a la cámara. Mientras se levantaba, debería abrirse una puertecilla "hacia la casa del conçejo", para acceder a dicha cámara. También se ordenó poner cerraduras en la puerta, que no las tenía. Observamos que disponía de tres camas. El inventario de los bienes del hospital incluía 12 mantas de diversos colores(de ellas, seis estaban rotas o "fechas pedaços"), 7 sábanas, una almohada, una funda, un cabezal, un pellón, 3 camas de trenzas, un banco, y finalmente, una sabanilla rota de dos piernas "que no vale syno para rremendar otras" [1].

 
 

1576
Almoguera

En las respuestas de Almoguera a las Relaciones Topográficas se menciona que continuaba abierto un hospital sin rentas[1].

 
 

1534
Almonacid

Disponía de 6 camas, una para clérigos y religiosos en una cámara, y el resto para los pobres, todo muy limpio y entarimado de madera [40].

 
 

1541
Almonacid

Contaba con siete camas para los pobres, con una para los religiosos, y estaba a cargo de un hospitalero casado que lo mantenía en perfecta limpieza y llevaba puntualmente su inventario[41].

 
 

1577
Almonacid

En el hospital, bien conservado y limpio, semantenían cinco camas para atender a los pobres y enfermos atendidos por Juan de Yuste y su mujer, hospitaleros, además de un encargado que llevaba cuenta de sus enseres y de las donacioines. Desde la última visita se había construido una cocina nueva con su chimenea junto al corral, porque la que había no tiraba bien y estaba toda ahumada. El hospital era visitado tanto por el gobernador como por los regidores de Almonacid[42].

 
 

1589
Almonacid

El hospital estaba a cargo de Pedro Fuentes y su mujer, que atendían las cinco camas y sólo se ordenó reparar sus tejados[42].

 
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