Las vías públicas

La plaza pública
 
 

1577
Hueva

Merece transcribirse íntegra la descripción que hicieron los visitadores: "Otrosí, vimos la plaça de la dicha villa, que es muy buena plaça, la qual allamos sin neçesidad de rreparo, ni de probeer en ella más más (sic) de que el olmo que está çerca de la audiençia, que hes muy buen y grande y haçe sonbra en berano, se le adereçen y rreparen las gradas que tiene que es poco de haçer y no de mucha costa, para que esté más conseruado y mejor tratado"[160].

 
 

1589
Hueva

Los visitadores volvieron a destacar el olmo de la plaza, con unas gradas alrededor para sentarse a la sombra, parte de las cuales estaban rotas y se ordenaron repararlas [160].

 
 

1541
Illana

En una plaza bastante pequeña como era la de Illana los visitadores comprobaron que estaba llena de carretas aparcadas por los vecinos. Pese a su estreche, en la plaza se acostumbraba a para poner hornos para obtener yeso. La prohibición de "aparcamiento" de carretas en la plaza que ordenaron los visitadores se reforzaba con multas de dos reales a los infractores, que serían aplicados a la ermita de San Roque [175] .

 
 

1555
Illana

En Illana las carretas y carros todavía obstaculizaban el paso en 1555, sin cumplirse la orden dada en la visita anterior. Por ello se ordenó al concejo: "que hagáys pregonar que ningunas personas tengan sus carretas en la dicha plaça, espeçialmente en los días de domingos e fiestas sy no fueren trayéndolas a descargar a casa de sus dueños o aviendo de llevar algo en ellas, para yr fuera, so pena de dos rreales al que la tuviere en la dicha plaça..."[15] .

 
 

1573
Illana

La plaza había sido ensanchada, tras adquirir el concejo las casas que eran de la encomienda de Vállaga, para lo cual otorgó licencia el Consejo de las Órdenes. La reforma resultaba satisfactoria, y los visitadores así lo agradecieron en nombre del rey[15] .

 
 

1577
Illana

La plaza, ampliada con el ensanche, estaba "limpia y bien tratada", y así había de conservarse[15] .

 
 

1589
Illana

La plaza estaba "buena", salvo la entrada, donde se acumulaban lodos en invierno. Por ello se ordenó empedrar desde la puerta de la iglesia hasta entrar en la plaza unos seis pasos[15] .

 
 

2000
Illana

Plaza del ayuntamiento.

 
 

1577
Moratilla

En la plaza los visitadores encontraron que se había quitado el rollo. En la plaza del Coso, situada junto a la iglesia, el párroco bachiller Andrés Sánchez, solicitó que se pudiera ensanchar el cementerio, tomando terreno a la plaza, pues era muy estrecho. Los visitadores accedieron a la petición, indicando que se podría tomar terreno hasta una vara más afuera de un olmo grande que estaba en la citada plaza, sin que por ello hubiera que pagar nada al concejo[2].

 
 

1589
Moratilla

Por el medio de la plaza bajaba "un golpe de agua", que venía de "la Fuen labrada" y de la otra fuente, acumulándose lodos en invierno, lo que impedía pasar con facilidad de una a otra parte. Por ello se ordenó que por donde iba el agua se hiciera un "viaxe" de media vara de hondo, el ancho que les pareciera más oportuno, y se guarneciera el suelo y las paredes con losas, como estaba la acequia de la plaza en la villa de Almonacid. Debería quedar descubierto, para poderse limpiar, y a trechos tener "pontezuelas" para atravesarlo. Así se haría desde el principio de la plaza, hasta pasar por las casas del ayuntamiento, llegando hasta los molinos de aceite[2].

 
 

2000
Moratilla

Edificio de la plaza El Coso.

 
 

1541
Pastrana

La plaza, situada junto a la audiencia, se había ampliado desde la última visita ganando con ello en elegancia. Los visitadores consideraron conveniente que se colocase en ella el rollo de muy buena piedra labrado, pero estilizado, para que no se entorpeciese el paso por un lugar tan concurrido, consultándose la forma y lugar con el gobernador del partido antes de que se hiciera[160].

 
 

2000
Pastrana

Plaza baja de Pastrana.

 
 

1541
Valdeconcha

La plaza de Valdeconcha había sido empedrada, pero la vecina denominada Gascona, que tenía su casa y corral junto al edificio de la audiencia, mantenía un muladar que se mandó retirar[2].

 
 

1556
Yebra

La de Yebra fue descrita como "grande y muy buena plaça, e en ella vn rrollo de piedra con sus gradas muy bien fecho para la execuçión de la justiçia". Se ordenó encañar el agua que discurría por ella, y que manaba más arriba, que venía por la calle del corral de la casa del vecino Alonso Sánchez del Arco. También se recordó que deberían limpiar y quitar los cantos y piedras que se observaban en el suelo. El olmo que presidía la plaza mereció esta admirada descripción: "Vi el olmo que está en la dicha plaça, que es muy grande e bueno, e da sonbra en verano donde se allega muncha gente, las gradas del qual se an fecho de yeso a la rredonda, muy bien fechas, como os fue mandado en la visytaçión pasada, por lo qual en nonbre de su Magestad e Horden vos doy munchas graçias". En la visita se observó que en la fachada de una de las casas que daba a la plaza, la de de Alonso de Collazos, había colmenas, "hornos de abejas", como explicaba el escribano que tomó nota de este hecho. Se ordenó que aquel vecino debería quitarlas de allí en el plazo de dos meses, por el perjuicio que causaban a quienes estaban en la plaza, sacándolas del pueblo, o, a lo sumo, pasándolas a su corral: " y no que salgan a la plaça ni a las calles públicas las piqueras de los dichos hornos, y lo mismo se rrequiera a qualquier otra persona que tenga dichos hornos en la dicha villa que salgan las piqueras a las calles públicas y prinçipales della, donde sean perjudiçiales, so pena de quinientos marauedís para las obras públicas de la dicha villa"[175] .

 
 

1577
Yebra

La de Yebra continuaba siendo "buena plaça y grande", y desde la última visita en 1573 se había empedrado y trasladado el rollo a otro sitio, fuera de la villa, "lo qual a sido buen obra y queda la plaça más libre quitado el rrollo della". No obstante, se ordenó empedrar el solar del rollo conforme al resto, y derribar un corral del concejo para ampliarla aún más, pidiendo al vecino que lo tenía alquilado, Juan de Barco, que retirase y leña y otras cosas que tenía en dicho corral. El olmo de la plaza seguía en su lugar, junto al pilón de la fuente. Sus gradas, a la redonda, por ser de yeso, estaban deterioradas, especialmente las más altas, y se ordenó repararlas, para facilitar el disfrute de todos los que en verano se juntaban para difrutar de la sombra[175] .

 
 

1589
Yebra

La plaza se encontró en esta visita llena de cantos y con el inconveniente de que pasaba por ella el desagüe o albañal de los molinos de aceite del concejo, lo que provocaba grandes lodos en invierno, y muy mal olor en verano. Como vieron que no se podía trasladr la acequia, se ordenó que en el plazo de un año se moviera el molino de aciete a otra casilla donde molestaría menos, y mientras tanto habría que conservar limpia la plaza. La casa del molino se podría emplear para ensanchar la carnicería. Los dos olmos que había en la plaza, con sus gradas, se mantenían sin problema alguno[175] .

 
 

2000
Zorita

Entrada a la plaza.

 
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