Cofradías, Ermitas y Cabildos

Fuentelencina
 
 

1557

En el año 1556 parte de la renta de sus bienes se había utilizado en hacer un retablo para la iglesia, en ayudar al concejo a pagar los servicios del rey y el rescate para que la villa no fuese enajenada. Este cabildo también se ocupaba e mantener el hospital. Tenía también una cámara donde se reunían los miembros del cabildo, y bajo ella un local arrendado al concejo de Fuentelencina para herrería, que estaba bastante mal. Respecto al molino de aceite del Carrascalejo, que también pertenecía al cabildo, sólo se observó la necesidad de ampliar su tejado, para que se cubriera la "coz de la viga". El molino de aceite del Gamellón, donde el cabildo poseía una rueda, estaba perfectamente, así como el lagar y molino de Enmedio [151].

 
 

1569
Fuentelencina

Según los datos de la averiguación de este año, en Fuentelencina aparece una nueva ermita, la de San Barolomé[250].

 
 

1573

Los visitadores comprobaron que el cabildo de San Blas tenia como fuente de ingresos principal los repartimientos que hacía a sus cofrades, y se gastaba mucho dinero en comidas el día de la advocación, incluso obligando a los que eran priostes o mayordomos a tomar de su dinero para poder afrontar los gastos, siendo personas de pocas haciendas "y lo peor es que se las venden o hazen vender contra su voluntad". Esto, con el agravante de que se compraban vacas y carneros y otros productos en grandes cantidades, mucho más de lo que necesitaban para ese día. Con lo que sobraba se hacía una almoneda entre los cofrades, dándoselo de fiado a muchos de ellos, "sacando lo que vale diez por veite", y además que cuando lo pagaban sufrían el incremento de las costas. Además se realizaba una especie de "repartimentos" con la carne de vaca sobrante, partiéndola en piezas de libra y media o dos libras, que se distribuía entre los cofrades, a dos reales la pieza, cuando su verdadero precio era de 18 o 20 mrs., con el fin de que quedase dinero para la comida del próximo año. Esto fue calificado por los visitadores de "abuso y usura", además de ser un acto de "poca devoción", y de provocar un gran escándalo entre los vecinos de la villa. Y para terminar de agravar el asunto, los visitadores se informaron de que a algunos mayordomos no les pagaban, ni cobraban los repartimentos ni almonedas, o lo hacían poco a poco. Por ello era frecuente que el mayordomo no dispusiera de dinero suficiente para preparar las comidas, viéndose obligado a recurrir a su propia hacienda para conseguirlo, arruinándose en la mayoría de los casos si no tenía muchas posiblidades económicas. Los visitadores ordenaron que se acabara con estas prácticas, y si querían celebrar el día de San Blas con una comida lo hicieran de forma que no se emplease para ello el dinero de la cofradía y que no se gastase más de lo necesario ni se hiciese almoneda con lo sobrante. Los visitadores ante este panorama ordenaron al cabildo y a los cofrades que en adelante no organizaran muchas comidas, ni almonedas, ni repartimentos de compra y venta de carne bajo pena de 5.000 mrs., y que el día de la advocación de su santo patrón sólo gastasen necesario, nada más. [150]

 
 

1573

Nuevamente se visitó esta cofradía, que no había sido revisada desde la última visita de la Orden en 1557, y la del doctor Jiménez, del arzobispado de Toledo, en 1572. No se anotan especiales problemas[148].

 
 

1577

El primero de año de 1577 se tomaron sus cuentas, encontrándose un cargo de 30.209 maravedíes, y un descargo de 48.425, con 18.216 maravedíes a favor de sus priostes, Diego de Toledo el Viejo y Duiego López de Soria. El motivo de esta deuda era que el cabildo de Veracruz estaba construyendo de nuevo la ermita y el humilladero de Nuestra Señora del Rosario, junto al pueblo. Se habían alzado las paredes, y faltaba la bóveda que completaría su cerramiento[153].

 
 

1577

El humilladero de Santa Cruz , situado fuera pero cerca de la villa, estaba a cargo de los herederos de Juan González de Madrid, se encontraba en perfecto estado[144].

 
 

1577
Fuentelencina

El humilladero de Santo Toribio estaba junto al encinar de Valderrodrigo, a media legua de la villa y se encontraba en buen estado en este momento[1].

 
 

1589

El humilladero de Santa Cruz estaba al cuidado de Melchor de Valladolid, y no presentaba problemas. En el altar estaba Cristo crucificado y a los dos lados dos arcos para imágenes, en uno la imagen de Nuestra Señora de la Soledad, y se había llevado un Cristo con la cruz a cuestas de nuevo, de gran calidad, lo que fue agradecido por los visitadores. En sus últimas cuentas, las de 1588, los priostes alcanzaron al cabildo en 10.948 maravedíes [144].

 
 

1589
Fuentelencina

La ermita de Santo Toribio se situaba a media legua del pueblo, junto a la dehesa de Valderrodrigo entre caminos, en término de la villa, y estaba a cargo de Juan de Berninches, a quien pertencía el patronazgo, porque la fundaron sus antecesores, concretamente su bisabuelo. Se incluyó un capítulo sobre ella en la visita, ante la duda de que el patronato pudiera pertenecer al concejo de Fuentelencina, lo que más adelante se intentó resolver infructuosamente, al no aparecer el testamento del fundador que contendría las cláusulas relativas al patronato, encargándose al concejo que lo buscse y aclarase el asunto. La ermita, que estaba cerrada con buenas puertas y cerradura, guardaba su interior un retablo pequeño, con la imagen de Santo Toribio, con su altar y un frontal de lienzo, todo en buen estado, salvo que había que repasar el tejado. También se visitó una casa situada en la calle mayor de Fuentelencina[1].

 
 

2000

Restos de la ermita de San Valentín.

 
 

1552

En el acta de visita de 1552 tenemos noticias de otro humilladero junto al camino que iba a Moratilla. [146]

 
 

1557

Examinando las cuentas de este cabildo se observó que faltaba por redactar el inventario de sus bienes, habiendo varias hojas de papel en blanco al principio del libro de cuentas que esería el lugar apropiado para anotarlo[133].

 
 

1557

Sus cuentas se examinaron sin especiales problemas[136] .

 
 

1557

Esta ermita había sido reparada siguiendo las instrucciones de la visita de 1552, y por ello el concejo recibió el agradecimiento de los visitadores.[140]

 
 

1557

Esta ermita de San Valentín se mantenía aceptalemente, aunque por falta de medios no se habían efectuado aún las reformas ordenadas en la visita de 1552. Sin embargo, los visitadores agradecieron al concejo de Fuentelencina conservarla en buen estado[141].

 
 

1557

La descripción dela ermita de San Agustín se copió literalmente de la efectuada en 1552, salvo que en lugar de "rrelox de canpanillas" se anotó "rrodezno de canpanillas". Esto indica que su aspecto era satisfactorio[132].

 
 

1557

Como en 1552, su estado era satisfactorio[145].

 
 

1573

Al tomar las cuentas del último año, 1572, el alcance era de 43.749,5 maravedís. De este cabildo dependía el hospital. Tenía además este hospital una cámara grande cerca del hospital, bajo la cual estaba una de las herrerías y una casilla donde se almacenaba el aceite de los molinos propios del cabildo, que estaba vieja y maltratada, por lo que se ordenó derribarla y volverla a hacer, cuando se hubiera cubierto el gasto que el cabilo tenía por acabar de hacer un molino de aceite. El molino de aceite de "enmedio", propio del cabildo, tenía dos ruedas y estaba bien conservado. También se visitó el molino del Gamellón[151].

 
 

1577

El humilladero de San Bartolomé se encontraba también en el camino de Pastrana, delante del de Nuestra Señora de la Paz, y en este momento se encontraba "bien tratado e rreparado y el altar deçente"[147].

 
 

1577

Las cuentas del cabildo fueron tomadas hasta marzo de 1577, con un cargo de 2.506 maravedíes y descargo de 2.357. No se anota nada de los problemas que se encontraron en las actuaciones de este cabildo en la visita de 1573, con lo que suponemos que se habían corregido[150].

 
 

1577

El alcance de sus últimas cuentas, tomadas en 1576, fue de 4.501 maravedíes, y había recibido en marzo de 1577, como todas las cofradías de Fuentelencina, la visita del doctor Jiménez, canónigo de Alcalá y visitador del ordinario en los arciprestazgos de Zorita e Hita[148].

 
 

1589

La ermita de San Bartolomé estaba a cargo del bachiller Brihuega, que tenía las llaves en su poder. Al abrirla se encontró en buen estado y con una imagen del santo bastante buena[147].

 
 

1589

En sus útimas cuentas, tomadas en 1589, los priostes fueron alcanzado sen 1.428 maravedíes, sin que se observaran especiales problemas[150].

 
 

1569
Fuentelencina

En este ermita se decía misa los días de San Miguel de mayo y septiembre, y la víspera, y el día de la advocación del santo. Contaba con unas pocas fincas, que se arrendaban por tres medias (fanegas) de trigo anualmente, y unas olmedas, de donde se cortaba madera para las reparaciones en la iglsia. En la demanda que se ponía en la iglesia y en los molinos de aceite para esta ermita, el último año se habían conseguido 2.495 maravedíes de limosna, y en sus últimas cuentas hubo un alcance de 4.322 maravedíes y fanega y media de trigo. Recibía el apoyo delas cofradía de San Miguel, que se había incorporado a la del Corpus Christi, dueña de los molinos de aceite de Fuentelencina[250].

 
 

1569
Fuentelencina

La ermita de Santa María de la Paz se menciona en la averiguación de 1569 [250].

 
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