Berninches

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1557
arca de las escrituras

El arca de las escrituras estaba en la iglesia, en una alacena con puerta y dos cerraduras, una de cuyas llaves tenía un alcalde y la otra un regidor, y la llave del arca en poder del escribano. El libro de inventario se encontraba en su interior, puesto al día[1].

 

 

1557
carnicería

La carnicería tenía el matadero situado en su parte de abajo. Aparte de desperfectos en el tejado, se observó que el matadero era pequeño y carecía de salida para los desperdicios de las matanzas, lo que provocaba muy malos olores, ordenándose que se preparase un canal y acequia de desagüe para resolver el problema[127].

 

 

1557
pilones fuentes y lavaderos

En medio del pueblo estaba la "fuente nueva", de un caño y un pilón, cuya delantera ya en la visita anterior se ordenó empedrar , aparte de una "açequia de sillería de buena piedra labrada que fuese llana a manera de artesa, para escusar el peligro y fealdad que avía en la dicha calle", obras que estaban sin realizar. Los oficiales explicaron que la fuente perdía mucha agua, y que además provocaba humedad en las casas vecinas, por lo que se pretendía colocarla más arriba. Mientras se hacía esta reforma, los visitadores ordenaron no obstante que se cumpliera la orden de construir una acequia de desagüe que eliminase el barrizal en que se convertía la calle abajo desde la fuente, especialmente durante el invierno, porque los hielos impedían subier por ella a los animales. La fruente Estebanía también había recibido la atención de los visitadores pasados, pues ordenaron hacer un arca en su nacimiento para que desde allí se llevase encañada hasta su salida, y se colocase un lomo de cal y canto en la parte posterior de la fuente, rematado en un pretil. Además, el agua se derramaba libremente calle abajo, y se pidió encañarla junto a la pared, camino abajo, para que no se helara en invierno. Al no estar cumplidas tales obras, se impuso un plazo de dos meses para realizarlas, bajo pena de doscientos maravedíes a los oficiales del concejo[215].

 

 

1557
herrería

La fragua y herrería estaba situada junto al horno, y no se le apreciaron desperfectos[86].

 

 

1557
hospital

El edificio del hospital estaba bien conservado, a cargo del concejo, y contenía cuatro camas, tres para pobres y la hospitalera informó que sólo había unos pedazos de sábanas rotas, y además las camas carecían de jergones. Los visitadores ordenaron que se pidiera limosna a los vecinos para comprar al menos dos sábanas para cada cama[43].

 

 

1557
molino de aceite

El molino de aceite del concejo contaba con tres ruedas, sus vigas y calderas, "muy bueno y bien rreparado"[127].

 

 

1557
molino de harina

En el molino harinero se observó lo deteriorada que estaba la muela corredera, y se ordenó su inmediata sustitución. Además, los oficiales del concejo informaron que el molino era antiguamente de cubo, y se sustituyó por otro de canal, cuya producción había descendido a la mitad, con gran pérdida para el muinicipio. Los visitadores recomendaron que se volviera a rehacer el cubo durante el tiempo del mandato de los oficiales, bajo pena de 2.000 maravedíes. Además se ordenó reparar la escalera por la que se accedía a la tolva, y bajar los pesebres que estaban en la parte de aqbajo, en las caballerizas, porque estaban muy altos, "de manera que las bestias puedan comer en ellos"[127].

 

 

1557
puentes

En la inspección del puente "el Vadillo", junto al pueblo, estaban muy maltratados "çiertos alizeres de ençima de la dicha puente, que son las piedras questán ençima del andén de la dicha puente, y nos dixistes que las an quytado las dichas piedras las carretas que por allí an pasado, las quales piedras están allí junto", ordenándose su reposición en treinta días, bajo pena de quinientos maravedíes. También se ordenó quitar una acequia fabricada por un vecino llamado Alonso Martínez, para que arrastrase tierra y basura, que estaba perjudicando al puente[25].

 

 

1557
caminos

En el camino real se observó una pedriza caída de una finca de Francisco Hernández Escribano, a quien se requirió a quitarla. Lo mismo ocurría junto a una era, y en un muro caído, que estorbabanen el camino de Alocén[5].

 

 

1557
calles

En la calle junto al hospital había una zona hundida debido a ciertas cuevas particulares, que se ordenó rellenar, algo similar a lo que ocurría en la calle que iba de la fuente a iglesia, debajo de la casa del cura, aunque en este caso era responsabilidad del concejo. También se ordenó empedrar una calle que estaba muy "agra", "haziendo sus mesas grandes de trecho en trecho, por manera que la dicha calle quede bien adereçada". Los visitadores dictaron diversos mandamientos ordenando resolver las "calçadas" o paredes que delimitaban corrales hundidos, muchas ellas demasiado bajas o caídas y peligrosas para quienes pasaban por las calles colindantes[6].

 

 

1557

El escribano del concejo era permanente, no se renovaba cada dos años, como era la costumbre en la provincia. Los visitadores indicaron que habría que sustituirlo y mantener el cargo sólo durante dos años[1].

 

 

1557
visitas

La visita, concluida el día 6 de febrero de 1557 se realizó en tres días y medio, originó unos gastos de 2.021 mrs. (incluyendo dos fanegas y diez celemines de cebada), más trece reales y medio del registro del escribano, abonados por Pedro Martínez de la Fuente, receptor de la villa de Berninches[1].

 

 

1557
San Nicolás, cabildo

En sus últimas cuentas, tomadas a Juan Sánchez Dombriz el mozo y Hernán Sánchez del Abad, sus mayordomos en diciembre de 1556, el cargo fue de 5.910,5 maravedíes, y el gasto 3.822,5 maravedíes[108].

 

 

1557
San Juan, cabildo

Sus últimas cuentas, tomadas en junio de 1556, informaron deun cargo de 6.554,5 maravedíes, y gasto de 2.592,5 , con un alcance de 3.982[115].

 

 

1557
Nuestra Señora de la Asunción, cabildo

Su cargo, en las cuenta tomadas en agosto de 1556, ascencieron a 12.541 maravedíes, y el gasto de 12.138[107].

 

 

1557
Corpus Christi, cofradía

En sus cuentas tomadas en junio de 1556 hubo un cargo de 5.100 maravedíes, y el gasto de 3.392[113].

 

 

1569
Santa María del Collado, ermita

Estaba unida a la encomienda de Auñón y Berninches, siendo el comendador el encargado de sustentarla ya que no tenía bienes propios[250].

 

 

1569
San Cristóbal, ermita

No tenía bienes y estaba a cargo del concejo[250].

 

 

1569
Nuestra Señora de la Golosa, ermita

Estaba a cargo de la iglesia de la villa[250].

 

 

1572
Auñón, Berninches

El tesorero general Melchor de Herrera compra los bienes y derechos que eran de la encomienda de Auñón y Berninches, consiguiendo más adelante el título de marqués de Auñón.

 

 

2000
pilones fuentes y lavaderos

Fuente Estebanía en la actualidad.

 

 

2000
priorato, casa

Interior del santuario de El Collado.

 

 

2000
vista general

Vista general de Berninches y carretera.

 

 

2000
molino de harina

Restos del molino harinero.

 
     
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