Hontoba

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1541
San Sebastián, cofradía y cabildo

Los visitadores tomaron las cuentas de este cabildo, encontrando un pequeño error. [158]

 

 

1541
riego

Una presa en el arroyo, de donde se tomaba el agua que iba a las "pozas gordas" estaba rota. Se recomendó colocar una buena estacada de maderos con trabaderos en medio de piedra, para reforzarla. Se debería hacer antes de que llegase el invierno, a costa de los propietarios de tierras que se aprovechaban del riego [32].

 

 

1552
molinos de aceite

En aquel momento ya se había puesto otra rueda más en el molino de aceite, siguiendo las recomendaciones de la visita precedente, hasta un total de tres. No obstante, el edificio era húmedo, y se recomendó su traslado, algo que parecía factible, porque el concejo contaba con la cal necesaria, se aprovecharían las tejas, maderas y maquinaria del molino viejo, y el solar se vendería para comprar uno nuevo. Los visitadores autorizaron la nueva construcción, que había de terminarse antes de la llegada de la aceituna de la temporada siguiente. Este año de 1552, se había sufrido una cosecha de aceituna muy mala, y por ello era un buen momento para efectuar obras en el molino. También dispusieron que se añadiese una rueda más, hasta un total de cuatro, porque la villa llegaba a recoger algunos años hasta 6.000 arrobas de aceite, y cada día crecían más los olivares. Mientras no pudiese hacerse el nuevo molino, había que tener bien reparado el que existía[108].

 

 

1552
pilones fuentes y lavaderos

En este año existían en Hontoba: - Un pilón y una fuente donde bebían los vecinos y sus animales. Necesitaba reponer el caño que suministraba el agua, y reparar la pared a su espalda, haciéndola de piedra. - Otro pilón más arriba, en el camino que iba de la villa a Pastrana, cuya parte alta se había ordenado alzar una vara en alto para evitar que el agua de lluvía que discurría por la ladera entrase en el pilón y lo ensuciara. De manera más económica, con unas grandes piedras y tierra, los vecinos de Honotoba habían resuelto el problema, pero los visitadores insistieron en una solución más elegante como era la de elevar el muro. - La "Fuente del Cañuelo" que estaba en el camino y calle que iba de la villa a Alcalá, donde se recomendó fabricar un arca cubierta, para distribuir el agua desde allí a las huertas situadas más abajo, y especialmente construir un "buen lavadero, bien fecho de cal y canto, en la tierra que es del conçejo, lo qual se haga por mano de buen maestro". También se ordenó eliminar la basura que echaban allí alos vecinos próximos, pues la dejaban en la regadera que partía desde esta fuenta hasta la poza del Cañuelo y los cañamares del Olmillo [227].

 

 

1552
ganado

En el acta de la visita de esta villa hemos encontrado noticias de un pleito entre esta villa y Pastrana, a causa del ganado. Desde hacía años, era costumbre el que los ganados de ambas villas pudieran pacer en los términos de cada una, ya que ambos colindaban. Pastrana había quebrantado la comunidad de pastos, prendiendo los ganados de los vecinos de Hontoba que pacían en sus términos, por lo cual ambas villas se encontraban en pleito, pendiente de la sentencia que dictara la Chancillería de Valladolid. [28]. Podemos deducir por las palabras de los visitadores que este uso era mucho más favorable a la villa de Hontoba que a la de Pastrana, motivo que dio lugar a la demanda judicial, de mal pronóstico para los intereses de Hontoba. Los visitadores encomendaron a los alcaldes y regidores que siguieran el desarrollo del juicio con atención, en provecho de su vecinos. La situación señorial de Pastrana, que había pasado de la Orden de Calatrava a doña Ana de la Cerda en 1541, añadía un componente nuevo en el litigio, al ser los dos pueblos de distintas jurisdicciones.

 

 

1552
riego

En esta villa durante el verano se producían muchas rivalidades entre los vecinos por causa del riego, ya que alguno de ellos no aguardaban el turno que le correspondía, perjudicando por tanto a los demás. Los visitadores para evitar esta situación, dieron una serie de recomendaciones que solían ser, por regla general, las mismas para todas las poblaciones de la provincia: en primer lugar se debía pregonar cómo se iba a efectuar el riego, en segundo se debía de nombrar un "regador" o persona encargada de llevar a cabo esta tarea, regando a "reo", es decir dando la vuelta por todas las heredades, según un turno establecido, y cuando llegara a la última, volver a empezar otra vez, para que de esta forma nadie resultara agraviado. Entre todos los dueños de los huertos, le pagarían un salario. Por último, se debían establecer penas para castigar a todo aquel que intentara regar sus heredades sin que fuera su turno[31].

 

 

1552
Santa María de agosto, cabildo

En el acta de visita de la villa de Hontoba del año 1552 se menciona la revisión de cuentas del cabildo de Santa María de agosto, aunque existía ya en 1541, pues sus últimas cuentas fueron tomadas en dicho año. [163]

 

 

1552
Nuestra Señora, ermita; Santiago, ermita

También fueron informados los visitadores, en 1552 y 1556, de que en las procesiones que hacían los vecinos del pueblo en las ledanías y otras fiestas, a las ermita de Nuestra Señora y a la de Santiago, mucha gente no acompañaba a la cruz desde su salida de la iglesia, sino que se iban directamente a las ermitas, dejando la procesión medio vacia. Los visitadores ordenaron que en adelante se contara a la salida del pueblo a la gente que iba en la procesión, multando a todos aquellos que se ausentaran de la comitiva, basándose en las penas que había establecidas para estos casos. [166]

 

 

1552
picota

Tras la reforma de la plaza, la antigua picota de madera que había en Hontoba fue retirada. Los visitadores recomendaron que las picotas se construyeran en piedra y no en madera, con el fin de mantener su buena conservación, pues ordenaron que se pusiera: "vn rrollo de buena piedra, por mano de buen maestro, con sus canes lo mejor y más presto que ser pudiere, porque no es rrazón que la dicha plaça esté syn él como agora, ni paresçe bien". [187]

 

 

1552
San Sebastián, cofradía y cabildo

Se aprobaron sus cuentas sin mayor problema. [158]

 

 

1552
San Nicolás, cofradía y cabildo

Tras revisar sus cuentas, los visitadores ordenaron que se mantuviera un inventario de todos los bienes de la cofradía, y las obligaciones que tenía conforme a los legados recibidos, de que se dijeran ciertas misas por sus benefactores[159].

 

 

1552
audiencia, cámara de ayuntamiento

El edificio destinado a audiencia se había rehecho de nuevo totalmente, para ensanchar la plaza, tras adquirir los huertos que había a su parte de atrás. En el edificio había una cámara para las reuniones del ayuntamiento, a la que se accedía por una escalera bajo la cual se había dispuesto una despensilla. Todavía no se habían pintado los escudos de las armas reales y de Calatrava, y se recomendó allanar la entrada, pues había un desnivel alto respecto al suelo de la plaza, lo que suponía una molestia para acceder al edificio [2].

 

 

1552
cámara de ayuntamiento

La cámara de ayuntamiento, como el resto del edificio municipal estaba recién hecha, y tenía tres ventanas que iluminaban la sala, dotada de unos poyos a la redonda, para que se sentaran allí los alcaldes, regidores y oficiales, a debatir sobre el gobierno del pueblo. Aunque se consideró "muy buena pieça", los visitadores no dudaron en recomendar su embellecimiento, de esta forma: "porque el enmaderamiento alto de la dicha cámara es de madera tosca, y está feo para en la parte que es, se haga vn çaquiçamí de tablas açepilladas con sus çintas por las juntas, clavadas en las tirantes que están en lo alto de la dicha cámara, o se pongan vnos quarterones açepillados con sus tablas ençima como mejor os paresçiere, por manera que se escuse la dicha fealdad..."[11].

 

 

1552
arca de las escrituras

El arca de escrituras del concejo de Hontoba se custodiaba en la cámara del ayuntamiento. Sus dos llaves estaban en poder de un alcalde, y los visitadores dispusieron que se entrgasen una a Mateo Sánchez de Hueva, alcalde, y la otra a Pedro de Manzanares, escribano, para que no se sacasen de allí documentos tan facilmente como cuando tenía ambas llaves la misma persona. Se ordenó asentar en un libro su inventario y que se anotase qué persona y qué documentos se extraían del archivo [22].

 

 

1552
carnicería

La carnicería estaba nueva, como todo el edificio municipal que compartía con la audiencia y la cámara de ayuntamiento. Los visitadores recomendaron que se construyese un porche o colgadizo en su corral, para matar allí las reses. Asistía a la visita el maestro de obras que construyó el edificio, llamado Diego del Castillo Montañés, vecino de Hueva, que corroboró su obligación de construir el colgadizo, pues se encontraba en las condiciones de la obra[86].

 

 

1552
plaza pública

Desde la visita de 1541 el concejo de Hontoba había acometido una importante reforma urbanística, desplazando el edificio del ayuntamiento y audiencia, al objeto de ensanchar la plaza pública, que también había sido empedrada, recibiendo por ello la felicitación y agradecimiento de los visitadores[160].

 

 

1552
hornos

El horno continuaba siendo uno de los propios del concejo, y se dispuso que se le echara un manto de buen barro por encima de la capilla donde se cocía el pan, además de que se sustituyeran las tablas donde se amasaba por otras más anchas, largas y recias [134].

 

 

1552
hospital

El hospital contaba con dos camas para los pobres, y una para la hospitalera que los atendía. Las obras que se habían recomendado en la visita previa no estaban hechas: alzar las tapias de su corral, para que pudieran salir allí los que se alojaban sin que los vieran desde el exterior, y mejorar el suelo de la cocina, que estaba muy maltratado. Además de reiterarlas, no se olvidaron de señalar los visitadores que este hospital estaba bien provisto de lo necesario para cumplir con su función[1].

 

 

1552
herrería

La herrería estaba en el mismo edificio que el hospital, pues la fragua se encontraba en la sala que le daba acceso. Además, en esta misma casa, en su parte alta, se había habilitado una cámara como pósito, para guardar el trigo. Los visitadores ordenaron trasladar de allí la fragua, por el peligro de incendio que suponía, y colocarla en el corral de la carnicería[86].

 

 

1552
pósitos

La cámara de tercia donde se almacenaban los diezmos se encontraba en el mismo edificio del hospital, en su parte alta, y los visitadores no observaron ninguna deficiencia[171]

 

 

1552
bodega, tinajas

Los visitadores no pudieron entrar a la tercia del vino o bodega, porque su arrendador, que no era vecino del pueblo, se encontraba ausente. Sin embargo se les informó que ya se había comprado un corral y bodega colindantes, al efecto de ampliar su capacidad. Los visitadores dispusieron que la incorporación se verificase durante el siguiente mes de agosto, y que se hiciera un inventario de todas las tinajas para que cuando los arrendadores las recibieran pudiera conocerse su estado y las devolvieran tal cual las encontraron[79]

 

 

1552
calles

Junto a la iglesia había una plazuela donde se había colocado un "rribaço" o defensa para encauzar las ramblas (los temidos "aguaduchos") cuando de se producían. Este muro, en medio de una plaza, era antiestético, y los visitadores ordenaron su derribo, trasladándolo más abajo, que la plaza quedase allanada. El empedrado y canalización de la acequia que discurría por la calle que daba al camino de Hueva no se había cumplido. Pese a lo necesario de esta reparación, los visitadores no insistieron salvo en recordar su ejecución para cuando el concejo tuviese medios para hacerlo. También se recordó mantener limpias las "aguaducheras" de la tierra que se había depositado en muchas de ellas, pues el agua de las lluvias, aparte de salirse de estos canales, arrastraba barro que cubría incluso el empedrado de las calles. Los visitadores se quejaron de la fealdad y peligro de fuego que había en la casa de un vecino llamado Juan Colado, cuya casa daba a la calle principal, la que iba desde la plaza hacia Alcalá. El motivo de esta llamada de atención fueron las "muchas vardas y sarmientos" que había sobre su puerta, que deberían ser retirados y sustituidos por un lomo de yeso o teja[106].

 

 

1552
Santiago, ermita

Los visitadores encontraron que ninguna de las obras ordenadas en la ermita de Santiago en la anterior inspección se habían ejecutado. Los oficiales del concejo de Hontoba explicaron que no se habían podido realizar porque el concejo estaba muy endeudado debido a que hubo de pagar 1.100 ducados al rey para conseguir el privilegio de no ser enajenados de la Orden de Calatrava. Entonces se recomendó cobrar todas las deudas pendientes, porque había muchas personas que habían hecho testamento y donacioines en favor de esdta ermita, tanto en en dinero como en yeso, madera, y otras cosas, con las que se podría acudir a la reforma de esta ermita de Santiago[106]

 

 

1552
caminos

Los muladares situados en el camino a la ermita de Santiago, y a a de Nuestra Señora parece que continuaban en donde fueron vistos en la visita de 1534[5].

 

 

1552
puentes

Los dos pontezuelos que se ordenaron reforzar en la visita de 1541 se habían mejorado, aunque no en la forma prescrita, pues sus estribos no se habían construido de cal y canto. El concejo de Hontoba explicó que estaban mejor así, "porque quando vienen avenidas se las lleva el agua y que están mejor syn ellas porque el agua no haga rrepresa, y que a muy poca costa las tornáys a hazar de madera y tierra quando se las llevan las avenidas". Sin embargo, sí se había reforzado muy bien de cal y canto el puente en el Val de Ranera, situado en el camino real, por donde no sólo se iba hacia Guadalajara y Alcalá, sino también al molino harinero y a un humilladero, además de las fincas situadas más abajo. Los visitadores agradecieron el esfuerzo a los vecinos y les animaron a conservarlo siempre en tan buen estado[106] .

 
     
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