Albalate

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1541
San Nicolás, cabildo

Las cuentas de este cabildo fueron revisadas[37].

 

 

1541
San Bartolomé, cabildo

Las cuentas de esta cofradía fueron revisadas por los visitadores, que encontraron un alcance a su favor de 8.949 mrs., aunque no se incluyó el inventario de sus bienes [33].

 

 

1541
San Andrés, cabildo y hospital

En el año 1541 dicha cofradía, que se encargaba del hospital, debió pasar por algunas dificultades, ya que tuvo que pedir prestado dinero, dedicado especialmente a reparar el hospital[40]. La advocación a San Andrés es la misma que la de la iglesia parroquial de Albalate que se ha conservado hasta nuestros días.

 

 

1541
Santa Cruz, ermita

La ermita de la Cruz se menciona por primera vez en el acta de visita de 1541. Según se registra en la visita, dicha ermita había prestado 4000 mrs. a la iglesia parroquial de San Andrés, por libramiento de los oficiales del concejo del año 1538. Los visitadores ordenaron que se saldara esa deuda en el plazo de unos meses, para poder realizar las reformas que fueran necesarias en la ermita. [42]

 

 

1541
audiencia

La audiencia necesitaba sustitutir una "colonda" o columna junto a la puerta de entrada, algunas vigas en la cámara sobre la sala, y que se allanara el suelo, porque así lo habían ordenado los visitadores anteriores en 1534. Los oficiales de Albalate se excusaron de no haber reparado el edificio diciendo que tenían intención de construir uno nuevo, pero fueron obligados a las obras indicadas para evitar el riesgo de que se cayera el techo mientras tanto. También observaron los visitadores que el arancel con los derechos de los escribanos estaba muy deteriorado y debería reponerse[39].

 

 

1541
mesón

Las obras ordenadas en la visita precedente habían sido cumplidas parcialmente. Por ello se insistió en mejorar el establo, especialmente el callejón que le daba acceso, encañando el agua que por allí corría, pues ocasionaba mucha suciedad, además de reforzar la pesebrera en todo el largo de la caballeriza, pues estaba "a peligro de asobinarse las bestias".[39].

 

 

1541
cámara del ayuntamiento

La cámara del ayuntamiento, según la visita, estaba situada junto a la iglesia. Aunque se encontraba bien conservada, pintada y tenía en buen estado los poyos donde se sentaban los oficiales, las autoridades de Albalate comentaron a los visitadores que deseaban construir un nuevo edificio que sirviera para ayuntamiento, audiencia, y un alfolí para el pan del concejo y una bodega para los diezmos del vino. Para ello se emplearía el solar de la carnicería y otro anejo, propiedad del vecino Martín Hernández del Molino. Tras haber examinado el lugar, los visitadores aprobaron la propuesta, y ordenaron que se valorase el solar privado para compensar a su dueño. La disposición del edificio sería la de una parte baja para bodega, y la cámara o piso superior para ayuntamiento[65].

 

 

1541
casas y solares del concejo

La casa que fue audiencia vieja continuaba arrendada, aunque necesitaba reparaciones[39].

 

 

1541
herrería

La herrería o fragua estaba situada junto a una casa que el concejo tenía arrendada, y no presentaba muy buen aspecto, a tenor de las obras que ordenaron los visitadores[39].

 

 

1541
carnicería

La "carneçería" y las casillas que tenía anejas presentaban buen aspecto, salvo que sus paredes precisaban un enlucido. Su disposición era la de una planta baja, para "ençerrar la carne biva y muerta", y una cámara encima para la corambre[175].

 

 

1541
pilones fuentes y lavaderos

La fuente y "pilar" de Albalate se encontraban fuera de la población, y ya recibían la atención merecieda, pues se había empedrado la placeta a la parte de abajo. Quedaba elevar el andén que daba acceso al agua, para que se pudiera tomar con más facilidad, dejando "su corriente para que el agua que se derramare o llubia salga por el albañal que allí está a la parte baxa". Existían dos lavaderos, cercanos al lugar donde se encontraban los molinos de aceite, que en aquellos momentos estaban en obras para alzar sus suelos, ya que el agua estaba demasiado honda para las mujeres que allí acudían [65].

 

 

1541
molinos de aceite

El molino de aceite contaba con cuatro ruedas y se mantenía en buen estado, salvo que su ubicación resultaba demasiado húmeda y se pedría el remanente del agua empleada para mover sus ruedas. Sin embargo, el principal problema que los visitadores observaron en su situación era la cercanía a los lavaderos, convirtiendo aquel lugar en peligroso para la guarda y honestidad de las mujeres que acudían con su ropa a un lugar muy concurrido. Se ordenó buscar otro lugar, en un paraje situado junto a las tenerías que eran también de propiedad municipal y que se ampliase el solar adquiriendo los colindantes para edificar allí un nuevo molino cuando las rentas de propios lo permitieran[115].

 

 

1541
caminos

El camino a Zorita tenía algunos pasos muy peligrosos por la cantidad de agua que lo inundaban procedentes de acequias, caces de los molinos y brazales que daban riego a huertos, cañamares y olivares. Este problema se agudizaba especialmente en invierno, y "para evitarse el dicho daño e fealdad", los visitadores ordenaron limpiar todas las acequias próximas para que el agua no corriera por el camino en el término de Albalate, extendiendo la misma orden a los tramos que afectaban a los términos de Almonacid y de Zorita[5].

 

 

1541
Santísimo Sacramento, limosna

Las limosnas del Santísimo Sacramento, empleada en adquirir las hachas y velas de cera que se encendían y portaban durante las procesiones, no se registraban en ningún libro, y por ello los visitadores odernaron comprarlo y asentar las entradas y salidas por este concepto[17].

 

 

1541
visitas

El acto de la visita ya no es un mero trámite, pues en el caso de algunos municipios, como Albalate, emplaron hasta cuatro días en realizar la inspección de la villa, las cosas públicas, cofradías y ermitas[1].

 

 

1541
Santa María, cabildo

También se tomaron las cuentas de este cabildo, que como en los demás cabildos eran revisadas puntualmente cada año por los oficiales del concejo, aparte del examen que efectuaban los visitadores generales de Calatrava[37].

 

 

1541
hospital

El hospital, mantenido por el cabildo de San Andrés de Albalate, contaba con cuatro camas de ropa, y se había colocado una imagen de la Virgen en su entrada con dos aspas a los lados y una lámpara, conforme se ordenó en la última visita, además de otras obras que fueron elogiadas por los visitadores[40].

 

 

1555
arca de las escrituras

El receptor del concejo, Juan Fernández de Málaga el viejo, custodiaba en su domicilio el arca de escrituras desde muchos años atrás, y que tenía en su poder las tres llaves que la cerraban. Abierto su interior, se encontró ordenado, y con su correspondiente libro de inventario al día. Las llaves habrían de entregarse a Alonso Hernández Trenado, alcalde ordinario, a Juan Manzano, regidor y a Gabriel Hernández, escribano del concejo. Además se ordenó sustituir una de las cerraduras, porque dos de ellas se abrían con una misma llave. Los visitadores mandaron que se trasladara a la cámara del ayuntamiento cuando ésta concluyera y, mientras tanto, que estuviera en la iglesia para que no corriera peligro, en una apilla y protegida por rejas[18].

 

 

1555
hornos

En este año se vuelve a registrar la existencia de sólo dos hornos, los mismos que había Albalate desde 1510, pese al aumento de la población registrada en los años previos a la visita de 1555. El horno nuevo tenía un portal recientemente construido, para que la leña o "barda" no se mojase. No obstante se ordenaron nuevas reformas, entre ellas cerrar el corral dejando una puerta cerrada, para que hornero introdujera por ella laleña, y dotarle de un "albañal" o desagüe para que no se acumulase el agua de la lluvia. Era preferible tener la leña dentro porque "estará más honesto que las mugeres tomen la varda del corral que no que salgan a la calle por ella". En el horno viejo también se señalaron algunas reparaciones necesarias[16].

 

 

1555
molinos

Los molinos de aceite eran cuatro ruedas en una casa bastante húmeda que se intentaba trasladar a otro solar más conveniente, junto a las tenerías, aunque por el momento el edificio se encontraba bien mantenido, salvo una acumulación de tierra a su lado, que venía de bastante tiempo atrás[116].

 

 

1555
casa de la pescadería

Los visitadores ordenaron que se construyera una pescadería en un solar que había en la plaza, delante de la casa del reloj[192].

 

 

1555
Albalate, Zorita casa de la pescadería

En el documento de la venta de ambas localidades[193] aparece recogido mencionado que el corregidor encargado de visitar los bienes de la villa halló construida la pescadería encontrando que en ella había gran cantidad congrio y pescado cuyos precios eran: - Libra de congrio, 44 mrs. - pescado cicial, 32 mrs. (seco) y 22 mrs. (remojado) / libra. - abadejo, 18 mrs (seco), y 14 mrs. (remojado) / libra. - aceite, 18 mrs. / libra. Los pesos y medidas estaban sellados y marcados.

 

 

1555
pilones fuentes y lavaderos

Esta villa tenía agua en abundancia y contaba con dos fuentes principales, la "Fuen Mayor" y la "Fuente de la Villa". En la inspección del año 1555 los visitadores encontraron que la de la Villa, situada entonces fuera del pueblo "la qual es muy linda pieça y de mucha agua y muy buena". Presentaba el problema de que el agua sobrante se estancaba a su alrededor, y por ello había que empedrar su entorno a la parte de abajo, dando además una mejor salida al albollón o desagüe, ahondándolo. También se pidió elevar las paredes del pilón, para que no entrase en él el agua de la lluvia, ni los animales que acudían a beber, ni basura que pasara por delante. También debería empedrarse la delantera de la fuente, y canalizar el agua hacia los lavaderos que estaban más abajo. Se impuso un plazo de seis meses para acometer estas reformas, que habría de hacerse por buenos maestros y con buenos materiales. Los lavaderos, al igual que los hornos u otros sitios a los que acudían las mujeres, debían situarse en lugares que no fueran muy concurridos para salvaguardar su honestidad. Por este motivo, en el acta de esta visita, los vecinos pedían a los visitadores que trasladasen el lavadero que había a la parte de abajo de la Fuente de la Villa [198]: "...que el lavadero no estaría bien allí por cavsa de ser y estar en parte tan pública y porque el agua que salle de la fuente y pilar para entrar en el lavadero sallýa baxa, y que el lavadero era alto, de cuya cavsa se trasviñava e salíe toda el agua, e les paresçió no estar bien allí, y que en la Fuente el Parral estaría bien, porque hera parte muy conveniente y secreta para la honestidad de las mugeres..." Por ello se autorizó a construir un nuevo lavadero en el sitio indicado, con un mínimo de treinta pies de largo y cinco de ancho, haciendo un arca encima del nacimiento dela Fuente del Parral, canalizándola desde allí hasta el lavadero, para que "la vescosidad de los paños que se lavasen no çegasen el nasçimiento de la dicha agua, de manera que pudiesen lavar en él a la larga y en la cavezada y hondonada, y no en otra parte". El arca se había construido y la canalización hacia el nuevo lavadero estaba en marcha, conforme a un contrato establecido entre el concejo y el maestro de cantería Juan de la Sierra, vecino de Albalate, que se transcribe en la visita. El lavadero habría de ser de largo de 50 pies y 7 de ancho. El lavadero habría de estar terminado el 24 de junio de 1556 (día de San Juan). Respecto a la Fuen Mayor, se observó que estaba muy sucia, y aparte de limpiarla de inmediato, los visitadores ordenaron que cada cuatro meses se repitiera su aseo. Lo mismo se transmitía a los propietarios de fincas situadas más abajo, que tenían muy sucias las riberas del arroyo que nacía en Fuen Mayor.

 

 

1555
calles

Un aspecto que preocupaba especialmente era que no se obstaculizara el paso por las calles y que éstas no resultaran demasiado estrechas. Los visitadores no dudan en intervenir si la situación así lo requería, por el peligro que podía suponer para el vecindario el mal estado de algunos edificios: "Otrosý, vimos la calle que va de la plaça desta villa a salir por las casas de los herederos de Gil García, que están al cabo de la dicha calle, y en par de las dichas calles en la hazera de la parte de arriba vimos una casilla que está empeçada a caher, que es de Andrés de Xadraque, y haze salida hazia la dicha calle y la embaraça y está fea, y por ser la dicha calle prinçipal y estar la dicha casylla salida en perjuizio della, de parte de su Magestad e Horden mandamos a los alcaldes e rregidores que hagáis derribar y rremeter todo lo que sale de la dicha casilla, que será hasta seys pies de ancho, poco más o menos, todo el largo della que quede parejo con lo demás de la dicha calle, echando vn cordel desde la esquina de la casa de la mujer de Gerónimo Martínez hasta vn corralejo que está adelante de la dicha casylla, que es de los herederos del dicho Gil Garçía, pagando primeramente al dicho Andrés de Xadraque lo que valiere lo que ansý se le a de tomar de su casylla, apreçiado por dos buenas personas...". Este no era el único caso, pues también se ordenó remeter un corral de Juan Martínez Arroyuelo, en la calle que iba a la fuente. Asimismo se recordó empedrar "de piedra gruesa" la calle de Barrionuevo, por el peligro de los "aguaduchos", orden que había sido ya dictada por los visitadores anteriores y estaba aún pendiente. Los vecinos de este barrio, que había crecido poco tiempo atrás, se qujaban también de que los pregones no se llegaba a oír, y por ello se encontraban desinformados sobre venta de mercancías o de los anuncios públicos que otros vecinos del pueblo podían escuchar sin problema[8] .

 

 

1555
riego

Se repiten en esta visita los problemas observados en las anteriores respecto a los daños que hacían en las acequias y "cervigueros" los dueños de algunas fincas, que se introducían en ellos al arar, o los atajaban para emplear el agua en sus huertos. Se ordenó reparar los cervigueros para evitar pérdidas de agua. También había problema en algunas "pozas" que se tragaban el agua y ya no llegaba a las tierras situadas más abajo. Sabemos por las actas de visita que en esta villa había muchos problemas respecto al orden que se debía seguir para regar las heredades, aunque también explican las visitas que estos se habían solucionado, poniendo regadores encargados de efectuar tal cometido. Se debería llegar un orden desde donde nacía el agua, hasta el final, comenzando de nuevo el turno o reparto de agua "a rreo"[32].

 
     
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