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El 24 de junio se celebra su festividad.

1518

El cabildo de San Juan, igual que otras cofradías tampoco tenía libro de cuentas, y como en los demás casos, también lo escribían todo en papeles sueltos. No obstante, se comprobó que se había producido un alcance en las cuentas precedentes, que orginaba un remanente de 497'5 maravedíes más otros 28, que quedaban en manos de los alcaldes del cabildo, Pedro Fernández del Corra y Alonso Fernández Calvo [114].

1534

En el año 1534 los visitadores observaron que el cabildo no tenía bienes de propios, y que subsistían de las contibuciones de los cofrades[115].

1557

Sus últimas cuentas, tomadas en junio de 1556, informaron deun cargo de 6.554,5 maravedíes, y gasto de 2.592,5 , con un alcance de 3.982[115].

1534

En 1534 el cabildo de San Juan había vendido parte de sus viñas, porque decía que estaban echadas a perder y con el dinero obtenido se había comprado otras dos viñas. [189]

1541

Los visitadores advirtieron que el cabildo no tenía libro de cuentas, y que su patrimonio estaba compuesto por dos viñas, una de hasta cien vides. Los mayordomos de esta cofradía, Mateo Hernández y Juan Negro, recibieron la orden de adquirir un libro en blanco para llevar sus cuentas, copiando en sus primers páginas el acta de la presente visita, seguida de la relación de los bienes de este cabildo [190].

1551

Se tomaron las cuentas en esta visita, sin especiales comentarios [190].

1555

Cuando los visitadores examinaron las cuentas observaron que los cofrades gastaban mucho dinero en comida y bebida, lo cual aunque se pagaba de los propios del cabildo y del dinero de muchos devotos, ordenaron que ese dinero se emplease en decir misas. [191]

1577

Al revisar sus cuentas se comprobó que gastaban en la comida de su fiesta unos 6.000 maravedíes, cantidad excesiva. [190].

1569
Moratilla

La ermita de San Juan Degollaz era muy antigua y se encontraba a media legua de la villa, camino de Fuentelviejo. La tenían a su cargo los frailes de Santa Ana de La Peña (monasterio de la villa de Tendilla). Los cofrades del cabildo de San Juan la trasladaron desde allí a un lugar junto al pueblo de Moratilla, construyéndola de nuevo con su retablo, lo que les acarreó una deuda de 13 ducados por el mismo. Antes de que la ermita se trasladara, tenía una tierra de "pan llevar", junto a 2 viñas, con sus árboles, en la que cabía hasta 8 fanegas de trigo en sembradura. Dicha tierra se la quedaron los frailes, arrendándola por 2000 mrs. al año, y en el solar de la ermita no quedaba nada, pues se derrió y se llevaron la campan y los demás despojos. Después de construir la nueva ermita tenían 2 viñas que rentaban 400 mrs. anuales, con diez pies de olivas que rentaban anualmente 4 reales y medio, más otros 8 pies que rentaban 5 reales. Solo se celebraban 3 misas al año, por los donantes de las fincas[250].

1577

La ermita de San Juan Bautista estaba también a cargo del concejo, y se situaba fuera de la villa, en el camino hacia Ranera: "...la qual hallamos bien ttratada e rreparada y el altar deçente con vn rretablo de pinçel de la historia de Sant Juan Bavtista, dorados los pilares y vancos que dibiden los tableros de pinçel, con su cortina de lienzo, y vna campana pequeña en vn campanario en la dicha hermita..." Los visitadores encargaron que se le pusiera un guardapolvos de madera o lienzo en cima del retablo, para conservar su limpieza, mandamiento que se repite al visitar la cofradía que se encargaba de mantener esta ermita. En las cuentas cerradas en agosto de 1576 resultaron alcanzados sus mayordomos, Juan García Ruiz y Juan Martínez Ribero, 14 maravedíes y dos libras de cera [213].

1589

En sus últimas cuentas los mayordomos resultaron alcanzados en 228 maravedíes. La ermita de San Juan se encontraba en buen estado, pues tenía un buen retablo y se había hecho el altar de yeso y se había blanquedado el año anterior, aunque su santero, Pablos Sánchez, indicó que había algunas goteras[213].