Las vías públicas

Los adarves o murallas

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Generalidades
 


La fortificación de los núcleos poblados de alguna importancia es una constante en la Edad Media, para la defensa de personas y bienes. Las puertas se cerraban también para evitar la propagación de epidemias. Además, las murallas tenían la finalidad de servir de control para regular el comercio sometido a monopolio o a imposiciones fiscales. El Fuero que regía toda esta provincia desde su repoblación ya establecía la obligación de que los habitantes colaborasen en el mantenimiento de la fortaleza de Zorita, como principal bastión defensivo de la comarca. Respecto de los "adarves" o murallas de las villas esta tradición se recoge en disposiciones como la del rey Juan II firmada en Burgos el año 1430 [19], mandando que el reparo de las torres y muros de las ciudades, villas y lugares, corriera a cargo de los vecinos y moradores de ellas, ya que existía la costumbre de que estos contribuyeran a su mantenimiento. Aparte de las fortalezas dependientes de las encomiendas de la orden de Calatrava, existen restos de murallas en diversas localidades de esta provincia como ocurre en Almonacid, pero las escasas noticias sobre adarves que aparecen en las actas de visita se refieren especialmente a Auñón y Berniches. En las respectivas visitas se relacionan ambas localidades porque ambas pertenecían a una misma encomienda, la de Auñón, Berninches y el Collado.

 
 

1510
Huerta de Valdecarábanos

El mantenimiento de las murallas, la "barrera de la fortaleza", debería hacerse a cargo de los vecinos, como lo recordaron los visitadores[6].

 
 

1577
Almonacid

Se comprobó que en los adarves de Almonacid se habían efectuado reparaciones, pero se había dejado un trozo sin cerca, a la parte de arriba de la iglesia, porque como se estaba agrandando la capilla del templo parroquial, así podrían entrar con mayor facilidad los carros que traían la piedra y los animales que llevaban la cal y la arena. Además con ello los oficiales podrían labrar y mover más cómodamente los materiales hasta su destino. Una vez concluida la obra, habría de rehacerse la tapia con tierra, hasta la altura de la cerca que antes había. También se informaba de que se había caído la puerta del Coso, y se iba a reconstruir de cal y canto, para lo que se había contratado la obra con un oficial[20].

 
 

1589
Almonacid

Al revisar los adarves, los visitadores pidieron que se cerrasen los portillos o "boquerones" que había en diversas partes: junto al hospital, otros dos junto a la plaza del Coso[20].

 
 

1499
Auñón , Berninches

Los visitadores, aunque insistían en el grave incumplimiento en que habían caído los de Auñón por no reconstruir las murallas que se estaban cayendo y que fueron mandadas reparar, aceptaron las escusas de los vecinos porque éstos habían gastado mucho dinero en traer el agua a la plaza, e incluso por ello se hicieron merecedores de una felicitación. Sin embargo ello no les eximía de la obligación de seguir reparando los adarves, a razón de diez o doce tapias cada año, empezando por la parte que iba de la casa del comendador hacia la carnicería El mantenimiento de la muralla de Auñón recaía no sólo en sus vecinos, sino también en los de Berninches, que formaba parte de la misma encomienda. "Que según han hallado en las visitaciones pasadas, los vecinos de la villa de Verninches, son obligados a contribuir por los adarves juntamente con vosotros, les pareçe que tienen los de Auñón más obligación a ponerlo en obra, ansí que lo mandan que lo hagan, haziendo la dicha cantidad de tapias cada año, so pena de 600 mrs. a cada alcalde y regidor cada año" [20].

 
 

1502
Auñón

Los visitadore recordaron la obligación de seguir reparando los adarves, a razón de diez tapias cada año[20].

 
 

1518
Auñón

El mandamiento dado en 1499 no debió tener ninguna repercusión, porque en la visita del 30 de Marzo de 1518, los inspectores de Calatrava hallaron que no se había efectuado lo mandado, por lo que se aumentó la pena por incumplimiento a 20.000 mrs. Sin embargo, no se ejecutaron las anteriores, porque el pueblo había pasado por muchas calamidades y no había podido hacerlo: "Otrosy, fallamos que soys obligados a fazer los muros o adarves desta villa, ansí por provisyones de los señores maestres pasados, como de los Católicos Rey e Rreyna de gloriosa memoria, como administradores que fueron de la dicha Horden por abtoridad apostólica, e de los señores presidente e oidores de su Consejo de las Hórdenes, e ansimismo por mandamientos de los vysytadores generales, que han sido de la dicha Horden y de los governadores que an sydo desta provinçia, y como quiera que avéis rrespondido que os plaze de lo fazer e conplir, espeçialmente en un mandamiento de los señores presydente e oydores del Consejo de las Hórdenes, su fecha veynte e nueve de ocubre de noventa años, en la notificaçión del qual rrespondistes que obedesçíades el dicho mandamiento, y estávades prestos de lo conplir en todo y por todo, segund y en la manera que se en el previllejio e cartas de los maestres pasados, e por no lo haber fecho ni conplido ansý avéys yncurrido en pena de ynobedientes, y en las penas de las provisyones e mandamientos ya dichos, en las quales os pudiéramos condenar al presente syn vos más oýr, pero aviéndonos con vosotros humanamente, por las munchas fatigas que vymos que teníades, suspendemos la dicha condenaçión fasta lo consultar con su Alteza y capítulo general primero que se celebrare, al qual vos mandamos de parte de su Alteza e Horden a los ofiçiales que agora soys e a los que fueren después de vos, que enbiéys vna persona o dos con vuestro poder bastante a dar rrazón a su Alteza e capítulo las cabsas que tenéys para no haver cumplido lo contenido en las dichas prouisiones e mandamientos, so pena de cada veynte e mill maravedís, la mitad para la Cámara e fisco de su Alteza, e la otra mitad para las obras e reparos de los Mártires del Convento de la orden, y cauallería de Calatrava, e demás desto, vos mandamos que todavía cumpláis lo que ansí vos está mandado çerca del rreparo de los dichos muros, conforme a las provisiones e mandamientos ya dichos..." [21]

 
 

1556
Auñón

Se conservaba lamuralla de Auñón, pero no falta de desperfectos, como el que se observó en un lienzo a punto de caerse en la calle que iba desde la plaza hacia la puerta de Pareja, cerca de la casa de cantarería. Se ordenó asimismo cerrar los portillos que permitían entrar y salir del pueblo por lugares distintos a calles y puertas. Había que eliminar los muladares en los ejidos de la villa, especialmente junto a los muros y adarves, dejando limpia una distancia alrededor de la muralla al menos de cincuenta pasos, bajo pena de tres reales a los infractores[21]

 
 

1499
Fuentelencina

Los adarves se encontraban "con asaz neçesidad de ser rreparados", pues en las visitas pasadas se había ordenado que cada año se hicieran diez tapias "de almenado e pretilado" de la misma altura que tenía la muralla existente. Desde la última visita solamente se había podido hacer alguna mejora hacia la parte derecha del camino que salía hacia Pastrana. Los visitadores, sin imponer pena por incumplir su mandado, ordenaron que se intentase llegar a las diez tapias anuales, "porque no venga en más caymiento"[132].

 
 

1534
Fuentelencina

Aunque tenían obligación de mantener la muralla que rodeaba la población de Fuentelencina, su concejo y vecinos tenían otras prioridades. Tan sólo la puerta de Pastrana había sido reconstruida de nuevo, agrandándola. Los viejos portones de madera resultaban ahora pequeños y había que allanar algunas piedras del suelo que impedían su cierre, además de molestar el paso. En la puerta del camino a Peñalver se ordenó colocar una imagen pintada de la Virgen, puesta en un marco de yeso, para facilitar la oración de quienes por allí cruzaran. La puerta del Postigo estaba muy maltratada y peligrosa, pues necesitaba unos escalones con refuerzos de madera, o mejorar su empedrado, que estaba descarnado porque corría por allí el agua de la lluvia. Demasiado angosta, esta puerta también debería ensancharse. Los visitadores encargaron además que se habilitase y mantuviera limpio un "arbollón"[131] o desagüe que solía haber, para desviar del camino los "aguaduchos" o avenidas. La puerta de "La Fuente de Suso" estaba también en mal estado, necesitada de reparaciones urgentes. Dejando a un lado las puertas, en el resto de la cerca o adarve de la villa, apenas se invertía en su conservación. Aparte de no haber levantado las diez tapias anuales que mandaron los visitadores en 1518, se habían abierto numerosos portillos en sus muros por vecinos a quienes resultaba más cómodo acceder directamente por ellos al campo que salir por las puertas. Ahora, además de que se cerrasen dichos portillos bajo multas a los infractores, se ordenó destinar veinte ducados anuales para reparar poco a poco una muralla que se encontraba en muy mal estado[132].

 
 

1557
Fuentelencina

Los adarves de Fuentelencina estaban muy mal reparados e incluso algunos vecinos habían hecho agujeros o portillos en la cerca de de la muralla, por donde entraban y salían de la villa. Los visitadores ordenaron al concejo que se cerrasen todos los huecos y portillos con muros de adobe o "tapia de tierra" de dos estados de alto, bajo pena de 2.000 maravedíes por incumplimiento, lo ante posible pero sin plazo de ejecución, para cuando tuviera posibilidad el concejo. Algunos vecinos que habían hecho portillos o agujeros grandes en la muralla para facilitar el acceso a sus casas o corrales fueron requeridos a cerrarlos en un plazo de veinte días, bajo pena de 500 maravedíes. Asimismo se ordenó reparar la portada de la Puerta de la Canal, que estaba a punto de hundirse[22].

 
 

1589
Fuentelencina

No dejaban de abrirse nuevos portillos en la cerca que rodeaba el pueblo, pese a que los visitadores ordenaban su cierre. El camino que iba junto al muro y hacia las viñas, que estaba muy angosto porque habían echado tierra en muchas partes, se iba a limpiar por un vecino, llamado Martín de la Peña, a cambio de un "rrinconçillo" con el que ampliaría su casa y que no era útil para nadie más, y abonando además cuatro reales al concejo[22].

 
 

2000
Fuentelencina

Torre en la cerca de Fuentelencina.

 
         
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