Fuentelencina

Ver texto sin notas

 

 


Almonacid, Hontoba, Fuentelencina, Illana, Yebra, Hueva

Todas las localidades que pasaron a manos de señores particulares dejaron de ser visitadas por las autoridades de la Orden de Calatrava, que se concentraron en los pueblos que todavía seguían bajo su autoridad. Estos pueblos llegaron a pagar cantidades importantes de dinero para no ser enajenados de la jurisdicción de la Orden, como está documentado para Almonacid de Zorita, que desembolsó dos millones de maravedíes (en torno a 5.000 ducados), Fuentelencina (1.232.000 mrs.) Hontoba (1.100 ducados), Hueva (1.000 ducados), Illana y Yebra, con lo cual el efecto recaudatorio que pretendía la Corona se consiguió igualmente[2]. En lugar de halagar a un individuo deseoso de exhibir el título de señor de vasallos, los vecinos de los pueblos que no se dejaron vender tuvieron que rascarse el bolsillo para seguir manteniendo su independencia, cuando no hipotecando las rentas de propios y descuidando con ello las obligaciones de mantener los bienes públicos de los pueblos afectados durante los años en que se devolvía la deuda.


[2] Relación de casos notables ocurridos en la Alcarria y otros lugares en el siglo XVI, escrita por Matías Escudero de Cobeña, cronista de Almonacid de Zorita. Transcripción, selección y estudio, por F. Fernández Izquierdo, Almonacid de Zorita (Guadalajara), 1982, p. 131-136. HERRERA CASADO, A.: Historia de Almonacid de Zorita, Guadalajara: Ayuntamiento de Almonacid de Zorita, 1990, págs. 51-54. GARCÍA LÓPEZ, Aurelio: Historia de Hontoba. S.l.[Hontoba]: Ayuntamiento de Hontoba, 1988, pp. 38-39. GARCÍA LÓPEZ, J.C.: "aumentos" a la Relación Topográfica de Fuentelencina. "Memorial Histórico Español", XLII, 1903, pp. 64-65. Respecto a Hueva, se copia la carta de privilegio en el acta de la visita efectuada en 1552, fechada en Monzón, a ocho de septiembre de 1542, firmada por Carlos V y refrendada por el secretario real Juan Vázquez de Molina, incluyendo la orden al tesorero real Alonso de Baeza para que se hiciera cargo de los 375.000 maravedíes, que suponían los mil ducados que pagaron los vecinos de Hueva. La petición de continuar incorporados en la Orden la hicieron los vecinos de Hueva Juan Pérez, Alonso López y Juan López, que entregaron el referido donativo. Los privilegios concedidos a Hueva y Hontoba de no ser enajenados de Calatrava se encuentran en Archivo General de Simancas, Mercedes y Privilegios, leg. 685. En la visita a Yebra de 1556 se disculparon muchos de los incumplimientos en las obras ordenadas por haber servido también al rey, y haber tenido que contraer un censo del que todavía estaban pagando lo que debían.

 

 


Borox, Fuentelencina, Auñón, Moratilla y Yebra reloj

En estas localidades el reloj se encontraba situado en la iglesia.

 

 

1499
hornos

La pared sobre la puerta de uno de los hornos, el denominado "horno chico", estaba a punto de venirse abajo, y se necesitaban estribos para sujetarla. El otro horno, el "mayor", tampoco se conservaba en buen estado, con ciertos cabrios quebrados, el tejado pendiente de reparaciones, y con el suelo de las capillas para cambiarse[132].


[132] A.H.N., OO.MM., Leg 6109, nº 45, fol. 11r.

 

 

1499
pilones fuentes y lavaderos

Los "pilares" y fuentes se encontraban aceptablemente, salvo la "Fuente de Suso", porque el agua estaba allí detenida para que lavasen las mujeres, y no podían beber los animales. Los visitadores ordenaron construir un lavadero más abajo, y que todo ello se mantuviese limpio [132].


[132] A.H.N., OO.MM., Leg 6109, nº 45, fol. 11r.

 

 

1499
murallas

Los adarves se encontraban "con asaz neçesidad de ser rreparados", pues en las visitas pasadas se había ordenado que cada año se hicieran diez tapias "de almenado e pretilado" de la misma altura que tenía la muralla existente. Desde la última visita solamente se había podido hacer alguna mejora hacia la parte derecha del camino que salía hacia Pastrana. Los visitadores, sin imponer pena por incumplir su mandado, ordenaron que se intentase llegar a las diez tapias anuales, "porque no venga en más caymiento"[132].


[132] A.H.N., OO.MM., Leg 6109, nº 45, fol. 11v.

 

 

1518
San Nicolás, cabildo

En el año 1518 el cabildo de San Nicolás dedicaba sus rentas a la finalidad religiosa que le había dado origen no tenía deslindadas todas sus heredades. Los visitadores ordenaron que lo hiciera, en un plazo de treinta días, y que inventariaran todas las tierras que poseía. En el inventario se registraban estas fincas: 11 cañamares, 2 tierras, 4 viñas y un olivar, cuya capacidad no se conocía[133].


[133] A.H.N., OO.MM., leg. 6108, nº 3, fol.195r.-197v.

 

 

1518
Santa Lucía, cabildo

El cabildo de santa Lucía disponía de dos viñas, una de cinco peonadas y otra de ocho. Los visitadores aprobaron sus cuentas y ordenaron adquirir el consabido libro para asentarlas. eran sus priostes Alonso de Tomellosa y Juan de Pastrana, y contaban con un fondo de 5.540 maravedíes[136] .


[136] A.H.N., OO.MM., leg. 6108, nº 3, fol.199r.-200v.

 

 

1518
Santísimo Sacramento, bulas

Al examinar el padrón de las bulas, los visitadores advirtieron que desde que habían sido predicadas hasta ese año, se habían vendido 590, lo cual sumaba un total de 10.853 maravedíes, recaudados por Lorenzo López, el mayordomo de la cofradía, y no se habían realizado gastos hasta el momento. Los visitadores también fueron informados de que no todos los cofrades pagaban los dos maravedíes del reconocimiento, que se depositaban en un cepo colocado en la iglesia del pueblo, que carecía de llave, salvo "una chapa grande de hierro clavada con sus clavos". Como no había manera de saber quien pagaba y quien no, se ordenó comprar un libro para registrar a las pesonas obligadas. Tamibén se mandó retirar el cepo de la iglesia y abrirlo. A partir e entonces, el reconomiento anual de la bula se debería hacer por la relación del libro y el incumplimiento ocasionaría la pena de un real. Y que si algún cofrade deudor había muerto o se hubiera marchado, se descontara dicho dinero del libro de cuentas para que el mayordomo no resultase perjudicado. El mayordomo podría cobrar un salario por su trabajo[138].


[138] A.H.N., OO.MM., leg. 6108, nº 3, fol.193r.-194v.

 

 

1534
carnicería y matadero

La carnicería, junto a la plaza, necesitaba un blanqueo tanto en la sala donde estaba el tajón, como en la cámara situada encima. Se pedía que no se matara en la misma plaza, para evitar olores, pero esto no se debió cumplir en mucho tiempo. Los visitadores también reiteraron la orden general para que en todos los pueblos la carne que se fuera a vender el domingo se pesara el sábado, a fin de evitar que los que esperaban a que se pesase el mismo domingo no perdieran la oportunidad de asisitir a misa, debido a que los carniceros no madrugaban y los parroquianos se encontraban en la carnicería durante la celebración del oficio religioso[132].


[132] A.H.N., OO.MM, A.T. leg. nº 42616 s.f.

 

 

1534
audiencia

Tras la revisión de las cuentas municipales, los visitadores frey Iñigo de Ayala, comendador de Calatrava la Vieja y Carrión, y frey Rodrigo de Villatoro, prior de Zuqueca, ordenaron poner una verjas en las gradas, para que sólo se tuviera acceso a la sala en las vistas de los pleitos. También madaron blanquear la fachada de la casa de Francisco y Diego de Luis, que daba al portal de la audiencia "porque está muy feo" [132].


[132] A.H.N., A.T. leg. nº 42616 s.f.

 

 

1534
cámara del ayuntamiento

Situada encima de la audiencia, era considerada una muy "buena pieza", con un corredor que salía a la plaza. Sólo encontraron como necesidad la de adquirir una mesa con cajones para que el escribano del secreto se pudiera sentar a realizar su trabajo, y colocar una puerta en la escalera y en el corredor[132].


[132] A.H.N., A.T. leg. nº 42616 s.f.

 

 

1534
hornos

El horno "chico" funcionaba con gran precariedad, pues los visitadores ordenaron su enlosado, poner una capa de barro en la capilla, cerrar unas puertas por las que entraba el aire, reparar unos poyos, trastejar, cambiar el portal que estaba sobre la puerta, que se iba a caer, y reparar una pared que hacía esquina con la calle. En el "grande" sólo se necesitaba sustituir su chimenea[132].


[132] A.H.N., OO.MM, A.T. leg. nº 42616 s.f.

 

 

1534
murallas

Aunque tenían obligación de mantener la muralla que rodeaba la población de Fuentelencina, su concejo y vecinos tenían otras prioridades. Tan sólo la puerta de Pastrana había sido reconstruida de nuevo, agrandándola. Los viejos portones de madera resultaban ahora pequeños y había que allanar algunas piedras del suelo que impedían su cierre, además de molestar el paso. En la puerta del camino a Peñalver se ordenó colocar una imagen pintada de la Virgen, puesta en un marco de yeso, para facilitar la oración de quienes por allí cruzaran. La puerta del Postigo estaba muy maltratada y peligrosa, pues necesitaba unos escalones con refuerzos de madera, o mejorar su empedrado, que estaba descarnado porque corría por allí el agua de la lluvia. Demasiado angosta, esta puerta también debería ensancharse. Los visitadores encargaron además que se habilitase y mantuviera limpio un "arbollón"[131] o desagüe que solía haber, para desviar del camino los "aguaduchos" o avenidas. La puerta de "La Fuente de Suso" estaba también en mal estado, necesitada de reparaciones urgentes. Dejando a un lado las puertas, en el resto de la cerca o adarve de la villa, apenas se invertía en su conservación. Aparte de no haber levantado las diez tapias anuales que mandaron los visitadores en 1518, se habían abierto numerosos portillos en sus muros por vecinos a quienes resultaba más cómodo acceder directamente por ellos al campo que salir por las puertas. Ahora, además de que se cerrasen dichos portillos bajo multas a los infractores, se ordenó destinar veinte ducados anuales para reparar poco a poco una muralla que se encontraba en muy mal estado[132].


[131] El término albollón aparece en el fuero de Zorita y en los de Soria y Aragón, y hace referencia a una alcantarilla o albañal por donde discurría el agua bajo las calles o casas. [132] A.H.N., OO.MM, A.T. leg. nº 42616 s.f.

 

 

1534
herrería

En buen estado, era atendida por Alonso Martínez, herrero[132].


[132] A.H.N., OO.MM, A.T. leg. nº 42616 s.f.

 

 

1534
picota

Estaba situada en la plaza de la villa, construida de cal y canto y bien conservada en 1534[132].


[132] A.H.N., OO.MM, A.T. leg. nº 42616 s.f.

 

 

1534
pilones fuentes y lavaderos

El pilón para el ganado estaba situado en el fondo de un valle, en un paraje que se decía "la Canal" y desde allí también se subía mucha agua dulce al pueblo. Sin embargo, sus paredes eran demasiado bajas, tanto, que se introducía el agua de lluvia que corría desde las laderas y enturbiaba la del interior del pilón. Los visitadores ordenaron elevar la altura del pilón, colocar un caño de hierro para tomar el agua con mayor comodidad, y excavar media vara la delantera del abrevadero para facilitar al ganado el acceso cuando fuese a beber. El lavadero, alimentado de la fuente "de Arriba", presentaba un aspecto aceptable, salvo cerrar una parte por donde se perdía el agua y quitar unas piedras amontonadas que estorbaban el paso a las mujeres que acudía allí con la ropa. La fuente "de Suso", de donde se abastecía la población para beber, además de reparar las gradas que estaban muy desgastadas, necesitaba también que se elevaran los muros del pilón, tanto para favorecer la recogida del agua, como para impedir el paso a la de la lluvia que "lo destroça todo". Asimismo se ordenó construir un pilón nuevo en la fuente llamada Ruidera, situada en un paso por donde iban los vecinos al molino y a sus heredades[132].


[132] A.H.N., OO.MM, A.T. leg. nº 42616 s.f.

 

 

1534
San Valentín, ermita

Estaba muy deteriorada, tanto porque no se había concluido la construcción de una capilla, como porque la tenían llena de cáñamo. Los visitadores ordenaron su limpieza y mantener un templo donde se celebraban oficios religiosos con más respeto que el que se le aplicaba[132].


[132] A.H.N., OO.MM, A.T. leg. nº 42616 s.f.

 

 

1534
molinos

En el molino de "la Serna", explotado por el concejo mediante el pago de un censo al monasterio de Santa Librada de Alcalá de Henares, los visitadores habían ordenado sustituir un cubo de madera, muy desgastado, por otro de cal y canto, pero los vecinos no habían cumplido la orden, debido a que no tenían seguridad de que el censo concedido por las monjas fuera perpetuo. Los visitadores insistieron en 1534 para que se obtuviesen las garantías, y se mejorase la situación de este molino. En el molino "de Arriba", encima de Conchuela, se había construido un cubo de nuevo, por orden de los visitadores, además de una caballeriza y una cámara para servicio de los acudían a moler[132].


[132] A.H.N., OO.MM, A.T. leg. nº 42616 s.f.

 

 

1534
San Agustín, ermita

Recientemente construida con mucha devoción de los vecinos, guardaba en su interior un retablo pintado con la imagen de San Agustín. Los visitadores creyeron oportuno que se mejorase el altar colocando un frontal de lienzo pintado y una sábana encima[132].


[132] A.H.N., OO.MM, A.T. leg. nº 42616 s.f.

 

 

1534
Nuestra Señora de la Paz, ermita

Junto a la puerta de Pastrana (Puerta Carrapastrana) se encontraba este humilladero de Santa María de la Paz[156].


[156] A.H.N., OO.MM, A.T. leg. nº 42616 s.f.

 

 

1534
calles

Los visitadores ordenaron tomar una finca que pertencía a unos menores, los herederos de Juan García de la Vega, para trazar en línea recta la calle que iba desde la iglesia hacia la plaza pasando junto a la tercia, porque daba una vuelta. Al ser un paso principal, resultaba especialmente incómodo cuando se celebraban las procesiones. Asimismo se mandó derribar cobertizos que se encontraban en mal estado y empedrar calles, especialmente la de la casa del doctor Nieto. Para honrar las procesiones, mejorando la estética del entorno por donde discurrían, y también para alejar el peligro del fuego, se ordenó que todos los corrales que estaban hechos con bardas y sarmientos se sustituyesen por tapias de cal y canto. Igualmente se recordó que estaba prohibido acumular muladares de estiércol, como varios que había junto a la cerca de la villa[3].


[3] A.H.N., OO.MM, A.T. leg. nº 42616 s.f.

 

 

1534
Magdalena, ermita

La ermita de Santa María Magadalena, a cargo del concejo de Fuentelencina, se encontraba muy mal reparada, a juicio de los visitadores, que ordenaron diversas reformas, entre ellas pintar una imagen de la Magadalena, y un zaquizamí o artesonado en el ábside sobre el altar, colocar las imágenes que allí estaban de manera más protegida, cerrar las gateras, y mejorar el estado general del templo[140] .


[140] A.H.N., OO.MM, A.T. leg. nº 42616 s.f.

 

 

1534
reloj

Desde hacía mucho tiempo, el reloj de Fuentelencina se encontraba desbaratado y sin servicio . Los visitadores encargaron considerar su posible reparación[132].


[132] A.H.N., A.T. leg. nº 42616 s.f.

 

 

1552
hornos

Seguían funcionando los dos hornos de pan cocer, denominados "Chico" y "Grande", necsitados de reparaciones en sus suelos, tejados, chimeneas y otras cosas, aunque estaban funcionando [131]


[131] A.H.N., OO.MM., leg. 6111, nº 11, s.f.

 

 

1552
construcción y explotación de los molinos

El molino nuevo se encontraba cerca de la vega de Conchuela, y fue considerado muy buena pieza, por los visitadores. Era de cubo, con una buena casa, bien hecha y se le encontró moliendo. No obstante, en algunas partes del caz había fugas de agua, a pesar de ciertas reparaciones y "entablamentos" que se habían colocado. Para construir este molino, su caz y la casa del mismo, el concejo de Fuentelencina había ajustado un contrato con el cantero Juan de la Sierra, por un precio de 450 ducados, y aparte de los problemas en el caz, el edificio no estaba finalizado. Tanto la calidad de la obra, como su precio fueron controlados por los visitadores sirviéndose de peritos, en concreto los maestros de cantería Miguel de Yrola (que intervenía en las obras del Castillo de Zorita) y Francisco el Nuevo, y Pedro Martínez Vizcaíno, Gil Marroquín y Domingo de Aguirre, "ofiçiales que saben del arte de los dichos hedifiçios". Concluir la obra lo antes posible fue una de las recomendación de los visitadores: "pues es cosa en que tanto va al conçejo por no thener más del dicho molino, y otra que está más arriba del que tanbién es de cubo, porque otro que theníades más abaxo deste nuevo en la vega, que dezían el molino de la Serna, a çenso de las monjas de Santa Clara de la villa de Alcalá, se sacó por pleyto y lo tiene vn vezino de Pastrana que pretendió derecho a él". Se ordenó que se rebajara la pared de tierra del caz construido el verano anterior, porque era muy elevada, dejándola tan sólo a una vara de altura sobre el agua. El terreno colindante debería amojonarse, para reservar sin cultivos una zona entre el caz y las fincas colindantes, pues se llegaba a arar tan cerca que se desmoronaba la tierra. También se prohibió que ningún ganado menudo entrara a pacer al monte de la cuesta de la Atalaya encima del molino nuevo y el caz. En el denominado molino de Arriba, que se encontraba en perfecto uso, los visitadores tan sólo ordenaron reparar las pesebreras de su caballeriza[111].


[111] A.H.N., OO.MM., leg 6112, nº 11, s.f.

 
     
continuar leyendo el texto...