Illana |
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1534 |
En 1534 la ermita de los Santos estaba a cargo del concejo de la villa y se encontraba deteriorada, ordenandolos visitadores se le pusiera en su altar un frontal de lienzo pintado y unas sábanas encima, además de un repaso general de paredes, puertas y tejado. Además, se exigió retirar un muladar que había crecido junto a la ermita[178] |
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1534 |
La ermita de San Roque se estaba ampliando en 1534, y se ordenó enlucirla. Se habían pagado 5.891 mrs. y medio a Francisco de la Sierra, cantero y 3.770 a Gonzalo Martínez, vecino de Illana, por trar la piedra para acabar una pared. No obstante, la obra apenas se había comenzado. Ese año, la ermita poseía 22 pies de olivas, muy dispersos.
Los visitadores observaron que el mayordomo que estaba a su cargo, Juan Fernández de Andrés, era una personaz muy competente, por lo que pidieron a los oficiales que no le relevasen de la mayordomía. Más adelante se indica que tanto en esta ermita de San Roque como de la Todos los Santos, el concejo de Illana procediera a revisar y tomar las cuentas a sus mayordomos [182]. |
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1534 |
En 1534, el cabildo de San Nicolás poseía 10 viñas y una tierra ("terrezuela")de cuatro celemines de sembradura. Era proveedor del cabildo Mateo Alcalde, encargado de su administración y cuentas. [186] |
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1534 |
En 1534 el cabildo de San Juan había vendido parte de sus viñas, porque decía que estaban echadas a perder y con el dinero obtenido se había comprado otras dos viñas. [189] |
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1534 |
El cabildo de Santa María de Agosto, tampoco disponía de un libro donde asentar las cuentas. Tenía a su cargo el hospital de la villa, en bastante buen estado y una casilla aneja. Sus rentas provenían de un molino de aceite, viñas, un majuelo en Vállaga y tres olivares, cuyo contenido se inventarió detalladamente. [192] |
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1534 |
En el año 1534 los visitadores tomaron las cuentas de la Demanda del Santísimo Sacramento. [193] |
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1534 |
La audiencia no presentaba mal aspecto pues se habían cumplido las órdenes de las visitas previas. Sólo había que "refrescar" las armas reales pintadas, pues estaban viejas, y colocar un arancel [132]. |
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1534 |
El concejo poseía un local para tienda, bajo la casa que era del comendador de Vállaga, y en este momento se encontraba "buena" [248]. |
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1534 |
Había sido restituida donde se ordenó por los visitadores, quienes no hicieron más comentarios, y suponemos que se conservaba perfectamente[138]. |
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1534 |
El "pilar questá en la plaça", resultaba muy ancho y corto, y se salía el agua. Por ello, se ordenó su sustitución, encargando a Diego de Pastrana, vecino de Valdeconcha y a Juan de la Sierra, maestros de cantería, que diseñasen y ejecutasen una reforma. Estos sugirieron un diseño de un pilar de 20 pies de largo, 5 de ancho y tres de alto, para cuya realización se hizo un asiento de 20 ducados. También se ordenó hacer una alcantarilla para que el agua sobrante de este pilón, discurriera bajo la calle que iba desde allí hasta el puente de la Solana y entrase sin daño en el arroyo[175]. |
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1534 |
La herrería, en el mismo edificio que la carnicería, estaba cerca del hospital y del arroyo, donde había una pared en mal estado a punto de caerse. El herrero la recibía de balde[175]. |
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1534 |
Esta es la primera referencia que se hace en las visitas a la carnicería municipal de Illana, donde se reiteró que se enluciesen sus paredes, y se allanase el suelo, mandamientos que también vemos en visitas posteriores[175]. |
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1534 |
La cámara del ayuntamiento compartía edificio con la carnicería y herrería, y estaba situada sobre ellas, en el piso superior. Se ordenó cambiar su acceso, que se hacía por el hospital, y se sacara una puerta en la calle de la carnicería, con sus buenas puertas y buena clavazón. También se ordenó abrir una ventana grande a la parte del arroyo, colocándole su ventana de carpintería, además de pintar las imágenes de la Virgen y de los patronos de Calatrava, San Benito y San Bernardo[65].
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1534 |
El horno viejo y el horno nuevo fueron visitados y precisaban reparacioines en sus chimeneas, tejados, y abrir una ventana para que entrase más luz[138]. |
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1534 |
El puente de las eras había sido reparado muy bien conforme a la recomendación de la visita precedente, y el concejo recibió el agradecimiento de los visitadores. Sin embargo, en el puente de la Solana se necesitaba colocar pretiles de una y otra parte, además de limpiar el cauce del arroyo, obstruido con muladares que impedían que el agua corriese derecha. Se ordenó su limpieza y multar a quienes volvieran a arrojar basura, pregonando esta orden después de misa los primeros domingos siguientes a la notificación del mandamiento de la visita[175] . |
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1541 |
El pósito (cámara del conçejo y alfolí), estaba situado encima del edificio destinado a carnicería y herrería, en bastante buen estado, pues se había acondicionado siguiendo las indicaciones de la visita precedente[175] |
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1541 |
En la siguiente visita a Illana, del año 1541, encontramos que ya se habían confeccionado las ordenanzas de montes y se habían enviado al gobernador de la provincia.
Al igual que en el resto del reino estaba prohibida la corta y tala del monte, sólo se podía cortar leña para construir arados y aperos de labranza, y ésto, siempre que se tuviera licencia otorgada por las autoridades de la villa. |
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1541 |
El arrendamiento de bienes de propios se hacía, por lo regular, mediante pública "almoneda", estando reunida toda la vecindad y el escribano público, tras la toma de fianzas, y habiéndose pregonado previamente o colocado cédulas en los lugares públicos de los pueblos cercanos. Así se recuerda, por ejemplo, en la visita a Illana en 1541, indicando que se deberían pregonar las almonedas en los nueve días anteriores a la subasta de pan (granos), pinos, madera, hierbas de pasto u otros bienes de propios, y que no se deberían vender adelantados los panes, sino después de cogidos[175]. De los trámites y el dinero se ocupaba el mayordomo del concejo, que debía dar cuenta de todo ello en un libro de forma clara y ordenada. Dichos libros eran objeto de inspección en las visitas o tomas de cuentas, cuando se comprobaba la exactitud de sus anotaciones.
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1541 |
El concejo de Illana, cuyos oficiales eran patronos de la ermita de San Roque, había realizado en este templo varias reformas muy elogiadas por los visitadores. Éstos vieron también la casa de los veladores, situada junto a la ermita, que contaba con una caballeriza en su parte baja y una cámara en la alta. En el examen de sus cuentas, los visitadores observaron que se había encargado a Hernando de la Sierra, cantero, levantar una pared con las pideras que debía acarrear Gonzalo Martínez, vecino de Illana. Esta obra, incompleta en la visita anterior, ya se había finalizado, gracias a la venta de todos los bienes raíces que poseía la ermita. [183] |
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1541 |
Los visitadores advirtieron que el cabildo no tenía libro de cuentas, y que su patrimonio estaba compuesto por dos viñas, una de hasta cien vides. Los mayordomos de esta cofradía, Mateo Hernández y Juan Negro, recibieron la orden de adquirir un libro en blanco para llevar sus cuentas, copiando en sus primers páginas el acta de la presente visita, seguida de la relación de los bienes de este cabildo [190]. |
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1541 |
Por fin se acababa de iniciar la obra para levantar la casa destinada a audiencia, cámara de ayuntamiento y archivo municipal, junto a la plaza de la villa, aprovechando la audiencia vieja, una tienda que era del concejo y un "pedazo de casa" que se adquirió del comendador de Vállaga frey Francisco Carrillo por diez mil maravedíes. Como reiteraban los vistadores en todos sus mandamientos referidos a la construcción de audiencias, además de las gradas y disposición interior para las reuniones de oficiales y jueces, la colocación del arancel con las tarifas de los derechos que habrían cobrar los escribanos por su trabajo, se deberían pintar las imágenes de la Virgen "con su hijo preçioso en los braços", los patronos de la Orden y la cruz de Calatrava[175]. |
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1541 |
En la fuente y "pilar" situadas bajo la nueva casa de la audiencia, en la plaza, eran precisas reparaciones para evitar que el agua se derramase a su alrededor formando un lodazal, incrementado por el paso del ganado que acudía allí a beber. Por ello se pide que se recubran con piedra las paredes del aljibe, embetunándolas si fuera preciso para evitar las filtraciones. También se observó que el caudal que llegaba era muy escaso y por ello se ordenó revisar las canalizaciones (el "encañamiento") y las arcas que abastecían a la fuente[175]. |
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1541 |
El puente de la Solana estaba necesitado de que se alargase y elevara uno de sus pretiles, para evitar el peligro de las caídas de personas o animales, además de que se mantuviese limpio de basuras en sus dos accesos, como ya habían ordenado los visitadores en ocasiones precedentes. El puente de las Eras carecía de pretil en la parte que daba a las casas del pueblo, pues en la otra ya lo tenía, marcándose un plazo de seis meses en su construcción y había de ser hecho "de cal e canto"[175] . |
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1541 |
Permanecían funcionando sus dos hornos en bastante buen estado, pues el viejo necesitaba sólo una cerradura en su puerta de acceso y el nuevo, situado junto a la casa de un vecino llamado Mateo de Pliego, precisaba recrecer su chimenea, para evitar el peligro del fuego. Ambos eran bienes de propios del concejo de Illana[138]. |
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1541 |
La herrería, que compartía los bajos del mismo edificio con la carnicería, incluía una casa para la vivienda del herrero y una cámara para almacenar el carbón, y necesitaba sustituir algunas de sus vigas, que estaban partidas[175]. |
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