Fuentelencina
Los pilones, fuentes y lavaderos en la provincia

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1499

Los "pilares" y fuentes se encontraban aceptablemente, salvo la "Fuente de Suso", porque el agua estaba allí detenida para que lavasen las mujeres, y no podían beber los animales. Los visitadores ordenaron construir un lavadero más abajo, y que todo ello se mantuviese limpio [132].

 
 

1534

El pilón para el ganado estaba situado en el fondo de un valle, en un paraje que se decía "la Canal" y desde allí también se subía mucha agua dulce al pueblo. Sin embargo, sus paredes eran demasiado bajas, tanto, que se introducía el agua de lluvia que corría desde las laderas y enturbiaba la del interior del pilón. Los visitadores ordenaron elevar la altura del pilón, colocar un caño de hierro para tomar el agua con mayor comodidad, y excavar media vara la delantera del abrevadero para facilitar al ganado el acceso cuando fuese a beber. El lavadero, alimentado de la fuente "de Arriba", presentaba un aspecto aceptable, salvo cerrar una parte por donde se perdía el agua y quitar unas piedras amontonadas que estorbaban el paso a las mujeres que acudía allí con la ropa. La fuente "de Suso", de donde se abastecía la población para beber, además de reparar las gradas que estaban muy desgastadas, necesitaba también que se elevaran los muros del pilón, tanto para favorecer la recogida del agua, como para impedir el paso a la de la lluvia que "lo destroça todo". Asimismo se ordenó construir un pilón nuevo en la fuente llamada Ruidera, situada en un paso por donde iban los vecinos al molino y a sus heredades[132].

 
 

1552

La denominada "Fuente de Suso", fuera de la población y de donde se servían muchos de sus vecinos, estaba muy bien reparada, porque se había hecho toda de nuevo desde la última visita. Tan sólo había que sacar unos palos y cantos que habían introducido en ella, y limpiar la acequia por donde desaguaba el pilón. Sien embargo, alimentaba un lavadero sucio y en muy mal estado, lleno de cieno alrededor, pequeño y muy bajo, por lo que los visitadores mandaron que se elevase y ensanchase de 2 a 3 pies. Además se explicaba que gran parte del barro que llegaba al lavadero procedía de los huertos que estaban más arriba, cuando eran regados por sus dueños, porque abrían y cerraban regueras de tierra en el arroyo . Los visitadores ordenaron colocar tajamares de piedra, con sus tablones y canales para regar, y no echar tierra en el agua, que acababa arrastrada en el lavadero. En la "fuente de la Canal" se había reformado completamente desde la visita anterior, trasladándola más abajo de donde estaba. Tenía dos caños de hierro que alimentaban un pilón, y la obra mereció el agradecimiento de los visitadores[223].

 
 

1557

La fuente de Suso se encontraba aceptable, salvo limpiarla empedrar su delantera para encauzar el remanente del agua. También ordenaron que el agua de lluvia que discurría por la ladera y arrastraba cascajo y tierra hacia la fuente, se canalizase mediante un "cerviguero" o canal elevado de piedra y tierra, para que no entrara en el pilón y cayera directamente en la poza bajo la fuente. En este año los visitadores comprobaron que el lavadero, al igual que anteriormente, se encontraba sucio debido a que los vecinos que tenían huertos cercanos al mismo, hacían subir el nivel del agua para regar sus campos, ensuciando el caudal del arroyo y del lavadero. También se ordenó a un veino llamado Miguel Gómez que cortase dos de tres sauces grandes que impedían el paso junto al arroyo. En esta visita se deja constancia, además, de una nueva fuente llamada la "Fuente del Canal" que se había construido recientemente y que tenía 2 caños de hierro y un buen pilón. Junto a ella se había construido otro lavadero por lo que los visitadores mandaron que en la fuente no se lavasen ni paños ni verduras para no se ensuciase el agua [225].

 
 

1577

La fuente de Suso estaba maltratada, con poca agua, y apenas se usaba porque se iba a trasladar, y se encontraba en obras para la construcción de una nueva fuente y lavadero. Se estaba construyendo el arca para recoger el agua y había mucha piedra labrada para la nueva instalación, estimándose el precio de toda la obra en más de 500 ducados. Según escucharon los visitadores, había opiniones diversas entre los vecinos de Fuentelencina, indicando unos que la obra iba bien y otros que no. Por ello, considerando que estas instalaciones eran de gran importancia para el pueblo, los visitadores recomendaron que se llamase a Francisco de Montalbán, "maestro de fuentes y obras de su Magestad", que solía estar en Madrid y en aquellos momentos pasaba también por Illana, debido a que su concejo le había encargado unos molinos en la ribera del Tajo, de los había entregado unos planos. Los visitadores mandaron que se le consultase también sobre el traslado de una fuente en la plaza de Illana y que diese opinión sobre lo mismo en la que había en la plaza de Yebra. Por ello, convenía que viese la obra de Fuentelencina y evitar que se cometieran errores en su diseño y ejecución. Respecto al lavadero, los visitadores no dieron opinión alguna, porque se iba a sustituir por el nuevo. En la Fuente de la Canal había dos caños, un pilar donde caía el agua, y a su lado un lavadero. Estaba muy sucio, se ordenó reformarlo, cambiando especialmente los dos caños, por dos recios de hierro [225].

 
 

1589

En la "Fuente de Suso", se describe de esta forma: "la qual hallamos fecha e acauada de sillería, con seis caños de agua que salen por las bocas de vnos rrostros de piedra, todos los dichos caños bierten cantidad de agua y cae sobre una mesa grande de losa de piedras, y hechas sus pozas en que cae el agua para cada caño, y delante un pilar de todo el largo e sitio que ocupan los dichos seis caños, la qual dicha fuente es buena e de mucha cantidad de agua, en que algunos de vos los dichos ofiçiales nos dixistes auían gastado dos mill e quinientos ducados a sido e fue muy buena e muy onrrada obra, por lo qual de parte de su Magestad e Orden vos damos graçias por ello". Sólo se pedía empedrar su entorno, para evitar barrizales, lo mismo que se pidió en el lavadero, donde lavaban las mujeres "a la rredonda", y cuyo suelo no estaba pavimentado. - A la "Fuente La Canal" se le había añadido un nuevo caño, que sumado a los dos que ya tenía alcanzaba el número de tres, aunque necesitaba también mejorar su entorno para evitar lodos [226].

 
 

2000

Fuente de Suso.

 
     
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