Los bienes y propiedades de la Orden

Encomienda de Zorita

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1534
La Pangía, Pastrana

Así describieron los visitadores la sierra de agua que había entonces en La Pangía, reparada por el comendador de Zorita, frey Alonso de Angulo: "Visitamos la sierra de agua en la que hallamos que por los visitadores pasados vos fue mandado cresçer la pared questá a la parte del agua, de cal y canto, dende la esquina de la cámara hazia el molino, hasta el primero pilar de yeso que está fuera de la cámara, lo qual todo hallamos muy bien fecho, las paredes de cal y canto muy buenas, y toda la casa fecha de nuevo de muy buena madera y teja. Y asimismo hallamos que avíades fecho una çepa de cal y canto en que anda el exe de la sierra, la qual está muy bien fecho, y perpetua, y asimismo hallamos que teníades fechas las canales por donde viene el agua a la sierra de piedra labrada, y con vna presa de estacada que toma el agua de la madre, bien fortalesçida y travada de buena madera y clavazón, y asimismo la cámara que está ençima de la sierra donde están los aserradores está fecha de nuevo, y muy bien acabada, todo lo qual de parte de su Magestad e Orden vos agradesçemos y damos por bien gastados los florines del lienço que érades obligado a gastar en cada vn año." [1] Esta sierra proporcionaba una renta anual de 20.000 mrs. cuyo contrato databa de 1533. En concepto de gastos se habían empleado en su mejora y mantenimiento 8.000 mrs[2].

 
 

2000
La Pangía, Pastrana

Cubo del molino de arriba de la Pangía. Los molinos y sierra de agua de la Pangía, pertenecientes inicialmente a la encomienda de Zorita, fueron adquiridos por Rui Gómez de Silva cuando compró la jurisdicción de esta villa y los bienes de su encomienda, quedando este término incorporado al de Pastrana. En este lugar se asentaron moriscos granadinos tras la Guerra de las Alpujarras. Hasta mediados del siglo XX se ha mantenido como un pequeño centro de aprovechamiento de la energía hidráulica, donde hubo incluso un martinete para elaboración de bronce en el siglo XVIII, y posteriormente se instalaron una turbina hidroeléctrica y una fábrica de harinas, bastante bien conservadas aún hoy.