Las vías públicas

Las calles

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1499
Borox

Las calles estaban llenas de estiércol, que los visitadores ordenaron quitar, además de que se cerrasen muchos silos abiertos, tanto dentro como fuera del pueblo.[4]

 
 

1502
Borox

Entre las causas de deterioro de las calles se mencionan los aguaduchos, avenidas impetuosas e intempestivas que ocasionaban destrozos frecuentes, como se comprobó en Borox . Incluso algunos vecinos que tenían fuentes en sus casas ocasionaban con sus derrames grandes lodazales en invierno, pues carecían de alcantarillas bajo el suelo de la calle[4] .

 
 

1510
Borox

Los muladares seguían afeando los márgenes del arroyo que corría por el pueblo.[39]

 
 

1577
Borox

El empedrado de las calles no faltó entre las recomendaciones de esta visita, haciéndose con la colaboración de los vecinos, pues Borox tenía escasos propios. Algunas de las calles ya estaban pavimentadas, y se recomendó continuar haciéndolo en los lugares que se embarraban con mayor frecuencia. Algunos forasteros que venían de noche acampaban frecuentemente junto a la iglesia, y provocaban suciedades que los visitadores consideraron inoportunas, especialmente porque asistieron a la procesión del Domingo de Ramos, que discurría alrededor del templo. En consecuencia, se ordenó que nadie, bajo pena de tres reales, se quedase en aquel lugar, además de que debería retirarse la basura acumulada e incluso nombrar algún encargado de mantener aseado el entorno de la parroquia, con cargo a los fondos del concejo[39].

 
 

2000
Borox

Calle de la acequia. El agua que discurría por ella actualmente está canalizada en el subsuelo.

 
 

1534
Borox

Los visitadores fueron informados de que existían bastantes disputas entre los vecinos a causa de los asientos de la iglesia parroquial, debido a que había unos escaños señalados para que se sentasen en ellos los oficiales del concejo, pero ocurría que cuando estos llegaban a la iglesia se encontraban que se habían colocado en ellos otras personas, y éstas se negaban a levantarse, produciéndose el consabido desacato a la justicia. Los visitadores penaron con 100 mrs. al que lo hiciera la primera vez y 200 más 2 días "en la cadena" al que lo repitiera de nuevo. [9]

 
         
La plaza pública