Las vías públicas

Los caminos

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Generalidades
 


Los caminos eran también objeto de la atención de los visitadores. Los capitulos que aparecen en las actas de visita, relacionados con ellos suelen tener motivaciones diversas, a veces el paso se encontraba muy dificultoso, bien a causa de que no se limpiaban las acequias, inundándose los caminos de agua o bien porque se llenaban de tierra; había otras en las que el paso por ellos resultaba peligroso. Recordemos que el Concejo estaba obligado a tener abiertos y reparados los caminos carreteros de sus términos, por la ley dada por Fernando e Isabel la Católica, en Medinaceli del Campo, el año 1497, multando al que hiciera lo contario con 10.000 mrs.[16]

 
 

1534
Albalate

A veces los vecinos que tenían heredades que daban a los caminos, ocupaban parte de su terreno, dejándolo tan angosto, que en muchos casos apenas podían pasar por ellos una bestia cargada, como ocurría en Albalate en 1534. Además, se sacaban brazales de los requeros que atravesaban los caminos, para mejor regar así algunos cañamares, con el perjuicio que suponía para los caminantes. Los visitadores fueron a comprobar personalmente algunos de estos casos y los mandaron resolver directamente a los alcaldes, Juan Fernández Don Mateo y Alonso Fernández Trevado, para que se movieran los mojones a su sitio. El punto más angosto, en la "calleja Mingorrubio", en el camino a las aceñas de Cabanillas, se debería ensanchar de manera que pudiera pasar por allí "vna carreta o vna bestia cargada de havas que venga e otra que vaya". Los brazales de riego deberían encauzarse mediante un "çerviguero bien alto y rreçio", esto es, un canal alargado que atravesara el camino y que no dejara salir el agua por arriba. El término cerviguero hace referencia a cuello o cerviz por ser alargado y estar en alto[17].

 
 

1541
Albalate

El camino a Zorita tenía algunos pasos muy peligrosos por la cantidad de agua que lo inundaban procedentes de acequias, caces de los molinos y brazales que daban riego a huertos, cañamares y olivares. Este problema se agudizaba especialmente en invierno, y "para evitarse el dicho daño e fealdad", los visitadores ordenaron limpiar todas las acequias próximas para que el agua no corriera por el camino en el término de Albalate, extendiendo la misma orden a los tramos que afectaban a los términos de Almonacid y de Zorita[5].

 
 

1541
Almoguera, Pangía

El camino de Almoguera a La Pangía, cuyo mantenimiento se costeaba por el Común de Zorita, necesitaba ensanchar su calzada, desde Valdecañal hacia la Pangía, colocando además un pretil a la parte de abajo[17] .

 
 

1556
Auñón

El camino que pasaba junto al puente Pozanco era muy estrecho y se ordenó ampliarlo hasta ocho pies de anchura, adquiriendo a los dueños de las fincas colindantes el terreno que fuera necesario, además de empedrarlo. También se ordenó reforzar pretiles en huertos hondos, y a los propietarios de cuevas abiertas en lugares peligrosos. Las zonas que se embarraban en el camino real, que iba por la vega, hacia los molinos harineros, a la sierra y al puente del Tajo, se habían mandado reparar conforme al mandamiento de frey Iñigo de Ayala y Frey Alonso Ortiz, visitadores de 1541, en el que se ordenó que se vendiera el camino viejo a algunos vecinos, y ellos deberían encargarse de habilitar el nuevo para evitar el lodo. Se copia en esta visita dicho mandamiento, en el que el terreno del camino se tasó en 9.600 maravedíes, de ellos pagarían Domingo Morago 4.000, MIguel Sánchez de Zancas 2.000, Juan González 600, y Alonso Caño 3.000, que eran los dueños de fincas que se ampliarían con el terreno del antiguo camino, y quedaban obligados a preparar el nuevo, lo que no se había cumplido correctamente, porque se formaban barrizales. Los actuales visitadores ordenaron que se empedrase el tramo afectado[5].

 
 

1557
Berninches

En el camino real se observó una pedriza caída de una finca de Francisco Hernández Escribano, a quien se requirió a quitarla. Lo mismo ocurría junto a una era, y en un muro caído, que estorbabanen el camino de Alocén[5].

 
 

1541
Escariche

El camino a a Loranca pasaba junto a cuevas de vecinos de Escariche, cuyos propietarios fueron obligados a levantar paredes para evitar que los que pasaran de día o de noche cayeran en su interior[5].

 
 

1557
Fuentelencina

Cristóbal Belmonte había modificado el camino público que iba desde Fuentelencina hacia Valdeconcha, para incluirlo en una finca de su propiedad, desplazando el trazado a un lugar que resultaba perjudicial por el barro que se acumulaba en invierno. Se ordenó restaurar el camino viejo. También se ordenó a los herederos de Hernando de Celada y al cabildo de San Nicolás reparar una acequia junto al camino de las tenerías que iba a Valdeconcha, porque perjudicaba el paso. En este mismo camino de las tenerías a la vega, el referido Cristóbal Belmonte y Alonso Guil y Coxas debían quitar un muladar [5].

 
 

1589
Fuentelencina

Al visitar Conchuela, tras ver la ermita de la Magdalena, los visitadores observaron que el camino situado por encima de Conchuela, junto al molino viejo, era "muy estrecho y rrobado de las aguas". Como era un camino muy pasajero, ordenaron "derrocar de lo alto del dicho camino lo que vaste y echallo a lo baxo para que se ensanche"[5].

 
 

1534
Hontoba

Las cortes o cochiqueras que había en el camino de subida a la ermita de Santiago, además de diversos muladares, situados junto a donde pasaban las procesiones, se mandaron retirar en un plazo muy breve, de ocho días, y bajo pena de 1.000 maravedíes. Asismismo se mandó rellenar con una estacada y piedras las aguaduchera que cruzaba el camino, porque había ocasionado un barranco. Igualmente se ordenó que las vallas que delimitaban unos huertos hondos se rehicieran, para evitar caídas desde el camino que discurría a su lado. Asimismo se ordenó retirar otro muladar junto al camino que iba a la ermita de Nuestra Señora de los Llanos, pues la procesión pasba junto él[5].

 
 

1552
Hontoba

Los muladares situados en el camino a la ermita de Santiago, y a a de Nuestra Señora parece que continuaban en donde fueron vistos en la visita de 1534[5].

 
 

1556
Hontoba

Junto a la fuente situada en el camino de Pastrana se habían abierto unas peligrosas simas donde podían caerse las personas, caballerías y animales de labor, al ser un paso estrecho. Se recomendó cegarlas, y que los vecinos que sacaran piedras y tierra de cuevas o reformas, acudieran allí a rellenar estos socavones. Se ordenó empedrar el camino que salía desde el Chorrillo abajo, hacias las cuevas de la Umbría, que en invierno se llenaba de lodo y se convertía en un gran atolladero. Tampoco habian desaparecido los muladares en el camino de la ermita de Santiago y de Nuestra Señora [5].

 
 

1557
Hueva

El camino que iba desde el pueblo hasta el molino harinero y a la fuente que estaba en dicho camino, discurría entre fincas delimitadas mediante hormazas(valladares), lo que producía que tanto las piedras como la tierra de las hormazas cayeran por muchas partes hacia el camino, ordenándose que se quitaran de allí los "cantos movedizos" y las "pedriças" por los dueños de las fincas en el plazo máximo de un mes[5].

 
 

1577
Hontoba

Al regresar de la visita al molino harinero, por el camino real, los visitadores observaron un paso angosto cerca de la ermita de Nuestra Señora del Rosario, donde se podrían encajar los carros. Por ello se ordena abrirlo una vara en ancho, tomando el terreno de las fincas colindantes, e indemnizando a sus dueños con cargo a los porpios. Además se ordenaba que el concejo habría de construir un pretil que levantara media vara o una tercia desde el dicho camino para los propietarios de las fincas cercanas "caben los çervigueros del dicho camino ni lo ensangosten", so pena de quinientos maravedíes[5].

 
 

1502
Illana

Los visitadores mandaron cerrar un camino nuevo abierto entre hazas y heredades de cultivo que tenía como finalidad evitar el pago del portazgo a quienes estaban obligados a ello[17] .

 
 

1589
Moratilla

Al ir del de la ermita de San Sebastián a la de Santa Ana, se observaron deterioros en el camino, y zonas que se embarraban, que se ordenó empedrar. Varios vecinos presentaron una petición a los visitadores indicando que enla vega arriba no había un carril que uniese Moratilla con Fuentelencina, y porque no entraban al pueblo los carros que iban con mercancías, trigo o cebada, y los que pasaban hacia Madrid, cruzaban directamente por los sembrados ("por los panes"). Los visitadores ordenaron que se marcase el carril, una vez recogida la cosecha[5].

 
 

1589
Yebra

Se ordenó reparar el camino hacia el Pozo y Mondéjar, pues estaba hecho a modo de gradas o escalones, muy trabajosos para el paso de carros[5].

 
 

1551
Zorita

El camino que salía desde Zorita, cruzando el puentecillo del arroyo Badujo, hacia la ermita de San Miguel, permanecía igual de angosto como se encontró en la visita de diez años atras. Ahora se da licencia a los alcaldes, Alsonso Gil y Sebastián Argamasilla, para que los ensancharan[5].

 

empedrado
 


En ocasiones los visitadores recomendaban empedrar los caminos y cuando había que hacerlo, al igual que ocurría en las calles, se encargaba esta tarea por regla general a un buen maestro. La obra se pagaba a medias entre el concejo y los dueños de los huertos y heredades que daban al camino.

 
 

1499
Albalate

Los visitadores habían prohibido el paso de ganados por el Gamellón, que salía a la cuesta de don Viviente, porque se acumulaba el agua y se provocaban incomodidades a los que tenían fincas, debido a la estrechura y el barro que suponemos se acumularía. No era el único punto necesitado de mejora, pues se señaló otro en el camino de Illana, junto a las viñas de la cañada, que también era preciso empedrar o mejorar en la forma más conveniente[65].

 
 

1499
Almoguera

Se ordenó por los visitadores anteriores que se empedrase una parte del camino "de haza Çorita", y que se levantase un puente sobre el arroyo que allí había, por donde pudieran pasar "vn par de bestias ungidas". La obra, incompleta, sólo había llegado a una pavimentación parcial y el puente estaba sin construir, dándose de plazo para concluirlo hasta San Miguel de septiembre del año 1500[65].

 
 

1534
Almonacid

Una de las causa principales para acometer el empedrado de caminos era evitar la formación de lodos, pues en las vaguadas inundadas incluso llegaban a morir los animales atascados: "Os mandamos que hagáis ensanchar y enpedrar el camino que va a Çorita, donde dicen el Santiguadero, dende que salen del olivar hasta una cruz en él asomada, y empedrallo en las partes donde fuere menester, porque fuimos informados que en el ynvierno se hacen allí muy malos passos de barro, y presçen las bestias, y se dicen blasfemias y se siguen otros muchos inconvenientes, por lo qual de parte de su Magestad e Orden vos mandamos que lo más brevemente que pudiéredes lo hagáis faser lo más presto que pudiéredes, y no vos queremos poner premia ni penas, confiando que lo haréis bien, viendo la mucha nesçesidad .que hay de lo hazer..."[18]

 
 

1577
Almonacid

Los visitadores recibieron una petición para que se quitase una noguera caída desde un huerto colindante en el camino de Cifuentes, que impedía el paso y en la que se encajaban los carros[18].

 
 

1510
Pastrana

Además de recordar la orden de cerramientos de huertos, en especial los de algunos propietarios de Pastrana cuyos nombres se mencionan en el texto del mandamiento, los visitadores consideraban necesaria la ampliación del camino trazado "entre el adarue y los huertos desde la puerta Castellana fasta dar a la puerta los Olivares", tomando como modelo un tramo adecentado por el vecino Alonso López Bravo, que permitía el paso de un par de acémilas[65].

 
 

1510
Pastrana

El constante problema de los barrizales producidos por los arroyos que discurrían libremente a lo largo de algunas vías públicas se intentó remediar por los visitadores mediante la instalación de alcantarillados de piedra, como ésta que era necesaria en Pastrana: "vna corriente de piedra e caxcaxo desde el cabo de los huertos de como salimos por la puerta Conçejo, la qual venga fasta dar al arroyo de la dicha puerta, de manera que no aya lodo de ynvyerno en la dicha corriente, como agora se faze"[39].

 
         
La plaza pública Los adarves o murallas