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Pastrana

Tenía dos tajones, uno para carnero y otro para vaca, con sus pesos y pesas muy bien mantenido, al igual que las cámaras donde se conservaba la carne. Los visitadores recomendaron que se pavimentase con piedra menuda. El carnicero que tenía la obligación de abastecer de carne de carnero a los vecinos contaba con licencia para que un rebaño de dos mil cabezas pastara en los cotos de la villa. Además de que con ello debería vender a precios más bajos que en el resto de la comarca, los visitadores recomendaron que en el siguiene contrato de obligación el carnicero entregase tres carneros cada semana desde el primer domingo de Cuaresma hasta que ésta finalizase, con destino a los enfermos. Se había construido una casa para matadero, evitando así tener que hacerlo en la de la carnicería. Contaba con estancias en la planta baja para poner la carne muerta, y en la alta para la corambre y para vivienda del carnicero. El corral estaba recorrido por una acequia que servía para llevarse la sangre y demás inmundicias producidas en las matanzas[2].