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Propiedades y establecimientos concejiles El reloj |
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Definición y generalidades |
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Según las actas de visita consultadas tenían reloj las villas de: Albalate, Almonacid, Auñon, Borox, Fuentelencina, Hontoba, Illana, Moratilla y Yebra. Su misión fundamental era indicar a los vecinos "la hora que era de día y noche" por lo que la campana sonaba cada media hora. Su mantenimiento estaba encomendado a una persona, responsable del buen estado de la maquinaria, y que solía ser el sacristán (si el reloj estaba ubicado en la iglesia) o algún vecino de la villa (si lo estaba en alguna casa del pueblo, construida expresamente para ello), y no es raro que fuera un herrero, cuyo oficio era en aquella época lo más parecido a un "mecánico" . El encargado recibía un salario de los propios municipales. |
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El reloj estaba en la torre de la iglesia, a cargo de Francisco González de Rueda, sacristán, pagándole el concejo por esta tarea 4 ducados al año. El reloj estaba bien concertado, pero su encargado se quejó de que la casilla donde estaba colocado carecía de escalera para acceder a la maquinaria, por lo que los visitadores ordenaron construir dos o tres escalones que resolvieran el problema[236]. |
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Después de la última visita, efectuada en 1555, el concejo de Illana había mandado poner un "muy buen rrelox", nuevo en la torre de la iglesia, que se encontraba en perfecto funcionamiento, bien concertado, por lo que agradecieron el esfuerzo al concejo de Illana, y recomendaron dus mantenimiento:
"encargamos que tengáys muncho cuydado del rreparo del dicho rrelox y artifiçio dél, y que ande bien concertado, pues veys lo que ynporta para saber de día y de noche la hora que es" [237]. |
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Situado en la iglesia, el reloj no estaba bien concertado, ni daba las campanadas que debía en las horas. Sin embargo se tañían las horas manualmente, a cargo de Machín de Vergutia al que se le pagaba por esta labor 2000 mrs. al año. Los visitadores ordenaron que se reparase el reloj por alguien que supiera hacerlo [237]. |
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En este momento no había reloj en Illana, aunque se había comprado "vn adereço para rrelox" en Santa Cruz de la Zarza, que no era de ningún provecho. Los visitadores vieron que en la plaza había una casa que tenía arrendada para mesón Alonso de Alfaro, vecino de Estella de Navarra, que podrían emplearse para hacer en ellas un una cárcel, una herrería y poner una torre para el reloj. Habrían de venderse las casas que en aquel momento tenía el concejo para herrería y carnicería, y dedicar los fondos al nuevo edificio. El reloj se colocaría sobre el tejado del ayuntamiento, pero con acceso por las casas del referido Alfaro, ya que no parecía honesto que se tuviera que acceder por la sala donde se reunía el concejo, y habría que dejar sitio para que cayeran las pesas. El concejo de Illana tenía cada año mil ducados de propios, y podía permitirse la obra, que debería estar cumplida en dos años[237]. |
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Los relojes en la provincia |
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En estas localidades el reloj se encontraba situado en la iglesia. |
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Los relojes en la provincia |
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El reloj, "bien concertado" cuando se efectuaba la visita, se encontraba situado en la iglesia y era el sacristán quien lo atendía, con salario del concejo [1]. |
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Los relojes en la provincia |
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Torre del reloj. Puede observarse todavía sobre los arcos del campanario la esfera del reloj que ya se describe en el siglo XVI. Posteriormente el reloj público quedó instalado en una torre sobre el edificio del ayuntamiento, como se observa hoy en día. |
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En Albalate el reloj estaba colocado en la iglesia hasta poco tiempo antes de esta visita, cuando se trasladó a una "casilla" que había sido anteriormente una tienda del concejo, en la que se habían realizado obras de acondicionamiento muy elogiadas por los visitadores. El cerrajero que se encargaba de su mantenimiento disfrutaba también de la herrería[39]. |
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La casa del reloj, situada junto a la audiencia, estaba bien mantenida, así como la maquinaria, a cargo de un asalariado del concejo. Los visitadores marcaron un plazo de dos meses para algunas reparaciones, tras observar:
"que porque las pesas son de piedra, y la vna mayor que la otra, y la más pequeña tiene puestos vnos cantos y tejas asidos a ella para ygualar con la otra, de cuya cavsa podrá ser que no ande bien conçertado, se hagan doss muy buenas pesas de hierro yguales, con sus buenasa asas, del tamaño y peso que convenga, dándolas a hazer a vn buen ofiçial que sepa del arte, y en el pozo que está fecho donde caygan las pesas se haga vn brocal de cal y piedra, o de yeso porque está hondo y peligroso, para caher allí el rrelogero quando va a conçertar y ver el dicho rrelox o otras personas sy allý entraren, y en el primer suelo de la casa del dicho rrelox poner vn pie de madera que sea rrezio y bueno, donde está otro que sostiene las soleras del dicho primer suelo, y quitar el que allí está porque es delgado y muy rruyn..."[39]. |
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En un primer momento el reloj estaba ubicado en una casa, donde ya le habían aplicado algunas reparaciones, aunque los visitadores consideraron nuevas mejoras, especialmente para que el sonido de la campana no se apagara demasiado pronto en las series de toques, debido a que el martillo que golpeaba no quedaba bien sujeto entre un toque y el siguiente, golpeaba antes de tiempo e interrumpía la vibración de la campana :
"... y porque nos pareçió que la canpana del dicho rrelox no sonava como devía, mandamos que se le ponga otra más gruesa cadena al maço de hierro que hiere en la dicha canpana, porque nos dixo el maestro que lo corregía que a causa de ser la cadena que agora tenía el dicho maço delgada, después de aver asentado el dicho maço en la dicha canpana y herido en ella, tornava a herir antes que tornase a subir para herir con su conpás, por ser la dicha cadena tan delgada, e que poniéndose otra más gruesa que estaría tirante después de aver herido; por que os mandamos de parte de su Magestad e Horden que luego se aga e ponga la dicha cadena en el dicho rrelox de manera que esté bien corregido e conçertado en todo tienpo como deve estar"[9]. |
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En la anterior visita se informó a los visitadores que la maquinaria del reloj estaba gastada y no iba "bien conçertado", por lo que el concejo solicitó y obtuvo licencia del rey y del Consejo de Órdenes para instalar uno nuevo, por importe de hasta 300 ducados. La casa donde se encontraba el reloj también estaba vieja, y en mal estado su escalera de caracol, que era de yeso, por donde se accedía al "artifiçio" del reloj y a la campana. Era de suma importancia el que el reloj marchara bien, y sobre todo en Almonacid en donde los turnos de riego se distribuían gracias a las campanadas del reloj:
"...porque conviene más en esta villa que en otras de la provinçia andar el rrelox bien conçertado, porque el agua con que se rregavan las heredades era por oras" [238].
Tras la última visita el reloj se encontraba reparado, ya daba correctamente las horas y las medias horas, y la escalera también se había repasado. No obstante, los visitadores pidieron que lo antes posible el concejo acometiese la construcción de una nueva casa para el reloj, poniendo mientras tanto una puerta nueva en la que había, agrandando además su entrada.
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El reloj estaba situado en una parte "desacomodada", donde no se oía en algunas partes del pueblo. Por ello se ordenó cambiarlo de sitio, y los regidores que asistían a la visita comentaron que " los vezinos desta dicha villa thienen dado y fecho donaçión de la hojuela y peçón que proçede de la azeituna que se muele para que se labre vna torre en que ponga el dicho rrelox junto a las casas del liçençiado Heredia y çerca de la Yglesia y de la plaça, parte cómoda y conuiniente y porque es cossa que tanto conviene y de que ay tanta neçesidad"[238]. |
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En 1589 se levantó una torre construida ex profeso para colocar el reloj, según se confirma en la inscripción que ha quedado en su base[1].
Los vecinos de Almonacid donaron la hojuela o heces de su cosecha de aceituna para ayuda a levantarla. |
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Desde hacía mucho tiempo, el reloj de Fuentelencina se encontraba desbaratado y sin servicio . Los visitadores encargaron considerar su posible reparación[132].
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El reloj estaba colocado en la iglesia, y se mantenía en funcionamiento, con una campana mayor que la tenía, sustituida por orden de los visitadores anteriores[132].
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El reloj que tenía en su iglesia Fuentelencina estaba "muy bueno e bien aparejado".[132]
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Continuaba en la iglesia, bien concertado, y se recomendó mantenerlo así para saberse la hora que era de día y de noche[132].
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En la iglesia y bien concertado, sin embargo el reloj carecía de una mano, para señalar las horas, que se mandó colocar[132].
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En la visita de 1577, los visitadores pudieron observar que el reloj aún no se había instalado, pero estaba a punto, y se agradeció el esfuerzo al concejo de Hontoba:
"Otrosí, por la visitación pasada paresçió que fue mandado al conçejo desta villa que cuando tuviese posibilidad, hiçiese hazer un rrelox para esta villa, pues hera prinçipal y conviniente tenerlo para sauer la hora que hera de día y de noche, y en esta presente visytaçión hallamos que estaua hecha la campana para el dicho rrelox y los artifiçios dél, y se haçía la casa en la yglesia de la dicha villa para asentallo..."[239]. |
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Durante la visita se comprobó que el reloj, situado en la torre de la iglesia, estaba bien concertado, tenía su mano para mostrar las horas, y se pidió que se conservase en perfecto funcionamiento[239]. |
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El reloj, que "andava bien corregido e conçertado", se encontraba situado en la iglesia, y estaba a cargo del sacristán[1]. |
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Durante la visita se comprobó que el reloj andaba bien concertado, y había un encargado de su gobierno, a cargo del concejo[1]. |
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Torre del reloj. Aunque la que hoy existe sobre la iglesia colegiata de Pastrana se reconstruyó en el siglo XIX, a principios del siglo XVI está documentada la existencia de un reloj sobre esta misma iglesia, mantenido con cargo al concejo de la villa de Pastraba, que pagaba al relojero y las reparaciones de una maquinaria muy precaria que padecía frecuentes averías. |
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Se había colocado un nuevo reloj después de la última visita, situado en la iglesia, y con "vn chapitel muy bien hecho, guarnesçido de hoja de lata" , cuyo coste había superado los 300 ducados. Durante la inspección se comprobó que "andava bien corregido e conçertado", a cargo del sacristán, que recibía un salario del concejo. Sin embargo, parece que sólo tenía campana, pero no mostraba porque se pidió que "quando el conçejo tenga posibilidad, se haga vna mano con su quenta que señale las oras como las ay en ottras partes"[1]. |