Las vías públicas

Los adarves o murallas

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1557
Fuentelencina

Los adarves de Fuentelencina estaban muy mal reparados e incluso algunos vecinos habían hecho agujeros o portillos en la cerca de de la muralla, por donde entraban y salían de la villa. Los visitadores ordenaron al concejo que se cerrasen todos los huecos y portillos con muros de adobe o "tapia de tierra" de dos estados de alto, bajo pena de 2.000 maravedíes por incumplimiento, lo ante posible pero sin plazo de ejecución, para cuando tuviera posibilidad el concejo. Algunos vecinos que habían hecho portillos o agujeros grandes en la muralla para facilitar el acceso a sus casas o corrales fueron requeridos a cerrarlos en un plazo de veinte días, bajo pena de 500 maravedíes. Asimismo se ordenó reparar la portada de la Puerta de la Canal, que estaba a punto de hundirse[22].

 
 

1589
Fuentelencina

No dejaban de abrirse nuevos portillos en la cerca que rodeaba el pueblo, pese a que los visitadores ordenaban su cierre. El camino que iba junto al muro y hacia las viñas, que estaba muy angosto porque habían echado tierra en muchas partes, se iba a limpiar por un vecino, llamado Martín de la Peña, a cambio de un "rrinconçillo" con el que ampliaría su casa y que no era útil para nadie más, y abonando además cuatro reales al concejo[22].

 
 

2000
Fuentelencina

Torre en la cerca de Fuentelencina.

 
         
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