Ver texto con notas

1534
Albalate

En todas las poblaciones existían varias cofradías, con frecuencia una por iglesia y ermita, bajo un santo patrón. Estaban regidas por un cabildo y sus bienes eran administrados por un mayordomo. Sus fines eran piadosos y asistenciales como se recoge en el acta de visita de Albalate, de 1534, respecto al Cabildo de la Concepción de Nuestra Señora: "Fue fundado con santo propósito y para reparo de pobres y para deçir misas y ofiçios por los defuntos" [17]. Los cofrades elegían cada año uno o dos alcaldes, que eran los encargados de determinar y librar los asuntos tocantes a la hermandad. También existían diputados y procuradores del cabildo. Los cargos eran anuales, y las personas que los servían debían ser seglares para que la jurisdicción de la Orden no sufriera menoscabo. Se regían por una serie de ordenanzas que ellos mismos confeccionaban y que debían ser aprobadas por el arzobispo de Toledo, no pudiendo gastar más dinero, o hacer otras cosas distintas de las que estuvieran establecidas en las ordenanzas. Como vemos, su organización era muy similar a la concejil.

1534

En la visita de 1534 se menciona la ermita de Santiago, cuyo patrón era el concejo, donde se señalaron muchas obras que realizar, por su mal estado. [27].

1534

Recordándose que la ermita de Santa María de Cubillas, al igual que la ermita de Santiago, también se encontraba a cargo del concejo, los visitadores elogiaron las reformas que había recibido en los últimos tiempos. Su retablo y altar "bien deçentes" habían sido completados con un órgano nuevo. Sólo faltaba hacer un inventario de sus pertenencias. Una casa también nueva para alojar al santero y a los que acudían a velar también fue motivo agradecimiento por los visitadores[30].

1534

El cabildo de San Nicolás y sus cuentas se visitaron en 1534 por vez primera desde la visita anterior en 1518[35].

1534

El cabildo de San Bartolomé también recibió la visita de sus cuentas nuevamente en 1534, desde la vez anterior de 1518[38].

1534

El cabildo de San Andrés tenía a su cargo el hospital de la villa[39].

1534

El cabildo de Santa María, movido por motivos caritativos, había aprobado una manda por importe de 30.000 mrs. de sus rentas y propios a la iglesia parroquial de la villa, para las obras de su construcción. Los visitadores ordenaron dieron por buena la inversión y que dicha cantidad se entregara en un plazo de seis años (5000 mrs. cada año)[41] .

1541

La ermita de la Cruz se menciona por primera vez en el acta de visita de 1541. Según se registra en la visita, dicha ermita había prestado 4000 mrs. a la iglesia parroquial de San Andrés, por libramiento de los oficiales del concejo del año 1538. Los visitadores ordenaron que se saldara esa deuda en el plazo de unos meses, para poder realizar las reformas que fueran necesarias en la ermita. [42]

1541

Las limosnas del Santísimo Sacramento, empleada en adquirir las hachas y velas de cera que se encendían y portaban durante las procesiones, no se registraban en ningún libro, y por ello los visitadores odernaron comprarlo y asentar las entradas y salidas por este concepto[17].

1555

En sus útlimas cuentas tomadas en 5 de septiembre de 1555, el cago fue de 18.495 maravedíes, y el gasto de 3.000 de 34 libras de cera, a dos reales y medio cada una[17].

1555

En sus últimas cuentas había un alcance de 11.338 maravedíes. La ermita estaba situada a media legua de la villa, en Cabanillas, sobre el río Tajo, bien mantenida, salvo sus paredes que estaban sucias, y algunos desperfectos en su interior, especialemente unos palos que los pastores que andaban por allí quitaban para poder entrar. También había que mejorar el tejadillo de entrada y el concejo tenía intención de agrandar el templo. Se recoge en esta visita un breve inventario de sus bienes[42].

1541

Según el acta de visita de 1541, la ermita había prestado 6.000 maravedíes a la iglesia parroquial de San Andrés. Además, los oficiales del concejo no habían cumplido las reparaciones indicadas en la visita precedente. Durante los seis años transcurridos no se habían hefectuado, habiendo dinero para realizarlas, porque en total dispondría dicha ermita de más de 20 ducados, incluido el préstamo a la parroquia. Los visitadores ordenaron a los oficiales del concejo que cumplieran dicho mandamiento, bajo pena de 2.000 maravedíes [28]. Además de un escaso ajuar, los bienes raices que la ermita poseía eran algo más de 15 pies de olivas, que estaban arrendadas por tres años en 909 maravedíes[29].

1541

Según la visita de 1541 la ermita gozaba de mucha devoción entre los vecinos de la villa, se había blanquedado su interior y también habían pintado un letrero corrido en lo alto desde la última visita. Los visitadores, comprobando que disponía de fondos, recomendaron construir una tribuna de madera o de obra sobre la puerta que estaba enfrente del retablo principal, que cubriera de pilar a pilar, esto es todo el ancho del edificio. Junto a uno de los pilares se colocarían los órganos, y se añadiría una escalera a la mano izquierda para acceder a la tribuna. Si les llegase el dinero, se podría encargar una reja de madera torneada para el altar principal donde estaba el retablo, que subiera hasta las basas de los pilares, haciéndolo sin quitar un crucifijo que allí había, viejo pero que inspiraba mucha devoción. Se conservaba bastante bien la casa destinada al santero y a los veladores que acudían a Santa María de Cubillas, aunque todavía le faltaban algunas puertas. En esta ermita, los oficiales y alcaldes del pueblo mandaban decir cada semana una misa por sus bienhechores, hecho que fue elogiado por los visitadores [32]. En el inventario de su ajuar se anotan una cantidad considerable de objetos para el culto: textiles, como frontales, sábanas, lienzos, camisas, delanteras, mantas, etc.; de orfebrería, como cadenas de plata, campanillas, lámparas, sartas; muebles como escaños, arcas, andas, cruces, imágenes (de Santa Quiteria); también había recipientes de cristal(ampollas), unos "hórganos con sus entonaçiones" y cuatro bulas. Sin embargo se registran sólo como bienes raíces 48 pies de oliva en el olivar de la villa, y en Traslacuesta [33].

1541

Las cuentas de este cabildo fueron revisadas[37].

1541

Las cuentas de esta cofradía fueron revisadas por los visitadores, que encontraron un alcance a su favor de 8.949 mrs., aunque no se incluyó el inventario de sus bienes [33].

1541

En el año 1541 dicha cofradía, que se encargaba del hospital, debió pasar por algunas dificultades, ya que tuvo que pedir prestado dinero, dedicado especialmente a reparar el hospital[40]. La advocación a San Andrés es la misma que la de la iglesia parroquial de Albalate que se ha conservado hasta nuestros días.

1541

También se tomaron las cuentas de este cabildo, que como en los demás cabildos eran revisadas puntualmente cada año por los oficiales del concejo, aparte del examen que efectuaban los visitadores generales de Calatrava[37].

1555

En el inventario del hospital se contaban nueve mantas, once cabeceras, seis sábanas, cuatro camas y uncabezal, una caldera, una sartén de hierro, dos asadores y un "poco de vedriado"; una canasta de escudillas, platos y pucheros; un par de bancos en la cocina, de cuatro pies cada no; dos candiles de hierro. El alcance de sus últimas cuentas había sido de 5730 maravedíes. Tenía cuatro camas, en cuatro "palacios", tres para pobres y una para clérigos, además de acoger a la hospitalera. El aspecto del hospital era satisfactorio y convenía ampliarlo con una casa cercana, cambiándola con otra que habían comprado el cabildo[40].

1575

En las Relaciones Topográficas se explicaba que este santuario se había edificado a raíz de un suceso ocurrido en el año 1514. Unos labradores habían descubierto, no muy lejos del margen del Tajo, una cruz de metal, adornada con colgantes y piedras preciosas, lo cual se tuvo como un suceso extraordinario. Su patronato era del concejo de la villa.[43]

1555

Se incluye en esta visita un detallado inventario sus bienes muebles. Tenía muchos ornamentos entre los que destacaba un cáliz y patena de plata de peso de una libra, 5 onzas y media y una cuarta, por valor de 5.984 maravedíes, más la hechura. los bienes raíces consistían en 61 pies de olivas. En la últimas cuenta el alcance de había sido de 3.277 maravedíes. En la visita al templo se comprobó el buen estado del altar mayor, donde estaba una imagen de la Virgen, y de los otros dos. Los visitadores pidieron sustituir una pintura vieja con la imagen de San Blas que había en uno de ellos por un retablo "que sea de muy buena mano y pintura y no de muncha costa". El otro altar estaba dedicado a Santa Ana, en un retablo que se calificó como "muy bonico", pintado al "romano" pidiéndose colocar un lienzo azul que sirviera de guardapolvos. Se ordenó también reparar los poyos del interior y las paredes. Como tenía muchos ornamentos, los visitadores pidieron vender algunos y encargar una imagen de Nuestra Señora de mayor tamaño que la que había, y que estuviera coronada. Se visitó la casa del santero, donde se ordenó colocar unas puertas[34].

1555

El cabildo de Nuestra Señora de la Asunción, del que se tiene noticia a partir de la visita de 1555, tenía cuatro cañamares (el primero, con ocho celemines de cáñamo de sembradura, el segundo con diez, el tercero con seis, y el último con fanega y media), más un "haça de pan levar", en el que cabían tres fanegas de cebada de sembradura. Al revisar los libros( con un alcance de 6.850 maravedíes en sus últimas cuentas), los visitadores hallaron un exceso de gastos debido a que cada año cuando se tomaban las cuentas al mayordomo se juntaban muchos cofrades, ya que tenían por costumbre reunirse todos los que habían servido el oficio de mayordomo. Los visitadores ordenaron que en adelante sólo estuvieran presentes el clérigo, los alcaldes del cabildo, el mayordomo entrante y el saliente, el escribano, y otros dos miembros del cabildo, y que no se gastara en esta reunión una cantidad superior a 400 mrs., bajo pena de que los asistentes asumieran los costes de su propio bolsillo más una multa de 500 mrs. [46]

1555

El cabildo contaba con medio centenar de fincas, todas pequeñas, en sus últimas cuenta el alance fue de 1.497 maravedíes. Al examinar el libro de cuentas, los visitadores observaron que el 4 de agosto de 1555, los cofrades habían votado y concertado que desde el primer jueves de septiembre de ese mismo año, hasta el último de agosto de 1556, se oficiara una misa en honor del Santísimo Sacramento [47].

1555

Según el acta de visita de 1555, el cabildo de San Nicolás había celebrado 44 misas los sábados, y se habían pagado a los clérigos que las habían oficiado, 884 mrs., más 546 que se había gastado en cera. Además, dicho cabildo tenía la obligación de decir un aniversario por el alma de Diego Fernández Miguel. El alcance de sus últimas cuentas había sido de 471,5 maravedíes[37].

1555

Los visitadores observaron que un humilladero situado en el camino de Zorita, cerca de la villa, estaba maltratado, su cruz sujeta tan sólo por unos cantos, y ordenaron repararlo [34].

1555

En sus últimas cuentas había quedado un alcance de 5.909 maravedíes. En la ermita, aunque no estaba mal, se necesitaba un enlucido y comprar un bacín para la lámpara. Además de un escaso ajuar, los bienes raices que la ermita poseía eran los conocidos 15 pies de olivas[29].