Propiedades y establecimientos concejiles

Pilones, fuentes y lavaderos
 
 

1534
Moratilla

El "pilar del agua dulce" presentaba algunos problemas, pues las paredes que estaban a su lado provocaban suciedades, y era necesario encauzar el agua que rebosaba, para que no provocase barros[2].

 
 

1577
Moratilla

La fuente de agua dulce estaba en la villa, junto a la calle Mayor. Tenía dos caños de hierro, que vertían el agua en un pilón de cal y canto. El único problema que se observaba era que el agua de derramaba a su alrededor y corría libremente por la calle, por lo que se ordenó canalizarla para que fuera hacia el arroyo sin provocar lodos, además de elevar las losas del pilón. Junto a la ermita de San Sebastián había un pilón que se había dejado secar, debido a que las raíces de los olmos próximos habían estropeado el encañamiento. Mientras visitaban esa ermita, los visitadores recibieron la petición del vecino Bernardino Gómez, que estaba dispuesto a ceder una tierra para que el concejo volviera a dar agua al pilón. Analizada la solicitud, los visitadores fueron informados que se había gastado"más de quarenta ducados y no avía aprouechado porque las rraygadas de los holmos lo ympedían e el agua es muy poca" por lo que se desestimó la solicitud, aunque si el vecino que lo pedía quería hacerlo a su costa, podría efectuarlo[2].

 
 

1589
Moratilla

La fuente de agua dulce estaba continuaba en la calle mayor, y mantenía los dos caños de hierro que vertían un abundante caudal en una pila labrada, de la que se servían los vecinos del pueblo y donde bebían los animales. Se habían reformado elevando las paredes del pilón y empedrando la salida del agua, para evitar barros. Sin embargo, se encontró sucia y llena de cantos, que se ordenaron retirar en tres días, además de recordar la ordenanza que multaba a cualquiera que fuera a lavar paños u otras cosas al pilón[2].

 
 

2000
Moratilla

Pilón en la plaza El Coso, pegado al talud del cerro de la iglesia.

 
 

2001
Moratilla

Desde la Fuente del Saúco hasta el Puente de la Losa, a la izquierda de la carretera que viene de Fuentelencina y Pastrana, discurre hoy en día la acequia que los visitadores ordenaron encauzar, perfectamente conservada y con diversos puentes sobre ella que se echaban en falta a finales del siglo XV.

 
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La casa de la pescadería El reloj